DIABINESE®
PFIZER
Hipoglucemiante oral.
Composición.
Ingrediente activo: Clorpropamida. Cada comprimido contiene 250 mg de Clorpropamida. Excipientes: Carbonato de Calcio, Almidón de maíz, Almidón Glicolato de Sodio, Hietelosa, Estearato de Magnesio, Lauril Sulfato de Sodio, Colorante F&D Azul N°1.
Toxicología.
Se han realizado estudios de toxicidad crónica en perros y ratas. Los perros tratados durante 6, 13 o 20 meses con dosis de Clorpropamida superiores a 20 veces la dosis en seres humanos, no han mostrado ninguna anormalidad patológica e histológica bruta. Después del tratamiento con 100 mg/kg de Clorpropamida durante 20 meses, uno de los perros no mostró ningún cambio histopatológico en el hígado. Las ratas tratadas con una terapia continua con Clorpropamida durante 6 a 12 meses mostraron diferentes grados de supresión de espermatogénesis en niveles de dosis superiores (hasta 125 mg/kg). El grado de supresión parecía seguir el mismo del retardo del crecimiento asociado con la administración crónica de dosis altas de Clorpropamida en ratas. Las pruebas preclínicas han determinado que el LD50 oral en ratones es de 1675 mg/kg; en perros, de 800 mg/kg; y en ratas, de 2390 mg/kg. Efectos teratogénicos: No se han realizado estudios de reproducción animal con Clorpropamida.
Indicaciones.
DIABINESE está indicado para el tratamiento y control de la diabetes mellitus tipo 2 del adulto, no complicada, estable, leve a moderadamente severa, no cetónica, cuya hiperglucemia no se puede controlar solo mediante dieta. Al iniciar el tratamiento para la diabetes no insulino dependiente, se debe enfatizar la dieta como la forma primaria de tratamiento. La restricción calórica y la pérdida de peso son esenciales en el paciente diabético obeso. El manejo apropiado solo de la dieta puede ser eficaz para controlar la glucosa sanguínea y los síntomas de la hiperglucemia. También se debe hacer énfasis en la importancia de la actividad física regular, y deben identificarse los factores de riesgo cardiovasculares y tomarse las medidas correctivas cuando sea posible. Si este programa de tratamiento no logra reducir los síntomas y/o la glucosa sanguínea, se debe considerar el uso de una sulfonilurea oral o una insulina. El uso de DIABINESE debe ser considerado tanto por el médico como el paciente como un tratamiento adicional a la dieta, y no como un sustituto de la dieta o como un mecanismo conveniente para evitar la restricción dietética. Además, la pérdida del control de la glucosa sanguínea mediante la dieta puede ser transitoria, y solo requiera de la administración de DIABINESE durante un plazo corto. Durante los programas de mantenimiento, se deberá discontinuar DIABINESE si ya no se logra la reducción satisfactoria de los niveles de glucosa en la sangre. Las decisiones clínicas deberán basarse en evaluaciones clínicas y de laboratorio regulares. Al considerar el uso de DIABINESE en pacientes asintomáticos, se debe reconocer que no se ha establecido en forma definitiva que el control de la glucosa sanguínea en la diabetes no insulino dependiente sea eficaz para la prevención de las complicaciones cardiovasculares o neurológicas a largo plazo de la diabetes.
Dosificación.
No existe un régimen de dosificación fijo para el manejo de la diabetes tipo 2 con DIABINESE o cualquier otro agente hipoglucemiante. Los niveles de glucosa en la sangre del paciente se deben supervisar periódicamente para determinar la dosis efectiva mínima para el paciente; para detectar fracaso primario, es decir, reducción inadecuada de la glucosa sanguínea con la dosis máxima recomendada de la medicación; y para detectar fracaso secundario, es decir, pérdida de una respuesta adecuada de reducción de la glucosa sanguínea después de un período inicial de eficacia. Los niveles de la hemoglobina glicosilada también pueden ser valiosos para monitorear la respuesta del paciente a la terapia. La administración a corto plazo de DIABINESE puede ser suficiente durante los períodos de pérdida transitoria de control en los pacientes que usualmente están bien controlados con la dieta. La dosis diaria total suele tomarse de una vez cada mañana con el desayuno. Los casos ocasionales de intolerancia gastrointestinal pueden aliviarse dividiendo la dosificación diaria. No es necesario usar una dosis de carga y no debe ser utilizada. Terapia Inicial: 1. El paciente con diabetes tipo 2 estable, leve a moderadamente severa, de mediana edad deberá iniciar con 250 mg diarios. En pacientes ancianos, pacientes debilitados o desnutridos, y en pacientes con deterioro de la función renal o hepática, la dosis inicial y de mantenimiento deben ser conservadoras para evitar reacciones hipoglucémicas (ver la sección Advertencias). Los pacientes de edad más avanzada deben iniciarse a cantidades más pequeñas de DIABINESE, en el rango de 100 a 125 mg diarios. 2. No se requiere de un período de transición al transferir a los pacientes desde otros agentes hipoglucemiantes orales a DIABINESE. El otro agente se puede discontinuar abruptamente e iniciarse Clorpropamida de inmediato. Al recetar Clorpropamida, se debe tener en consideración su mayor potencia. Numerosos pacientes con diabetes tipo 2 estable, leves a moderadamente severas, de mediana edad que reciben insulina se pueden colocar directamente bajo el fármaco oral y discontinuarse abruptamente su insulina. Para los pacientes que requieren más de 40 unidades de insulina diarias, la terapia con DIABINESE se puede iniciar con una reducción de 50 por ciento en la insulina durante los primeros días, con las reducciones posteriores subsecuentes dependiendo de la respuesta. Durante el período inicial de la terapia con Clorpropamida, ocasionalmente pueden presentarse reacciones hipoglucémicas, particularmente durante la transición desde la insulina al fármaco oral. La hipoglucemia dentro de las 24 horas después del retiro de los tipos de insulina de acción intermedia o prolongada generalmente será el resultado de la insulina remanente y no se deberá primariamente al efecto de Clorpropamida. Durante el período del retiro de la insulina, el paciente deberá monitorear sus niveles de la glucosa al menos tres veces al día. Si son anormales, el médico debe ser notificado inmediatamente. En algunos casos, puede ser recomendable considerar la hospitalización durante el período de transición. Entre cinco a siete días después del inicio del tratamiento, el nivel sanguíneo de clorpropamida alcanza una meseta. Posteriormente se puede ajustar la dosificación hacia arriba o hacia abajo por incrementos de no más de 50 a 125 mg a intervalos de tres a cinco días para obtener control óptimo. En general, no es deseable realizar ajustes más frecuentes. Terapia de Mantención: La mayoría de los pacientes con diabetes tipo 2 estable, leve a moderadamente severa, de mediana edad son controlados con aproximadamente 250 mg diarios. Muchos investigadores han encontrado que algunos diabéticos más leves presentan una buena respuesta a dosis diarias de 100 mg o menos. Muchos de los diabéticos más severos pueden requerir 500 mg diarios para el control adecuado. Los pacientes que no responden totalmente a 500 mg diarios generalmente no responderán a las dosis más altas. se deberán evitar las dosis del mantención superiores a 750 mg diarios.
Contraindicaciones.
La Clorpropamida está contraindicada en pacientes con: Hipersensibilidad conocida a cualquier componente de este medicamento. Acidosis diabética, con o sin coma (esta enfermedad debería ser tratada con insulina). Diabetes tipo I.
Reacciones adversas.
La mayoría de estos efectos secundarios que se han relacionado con las dosis, han sido transitorios y han respondido a la reducción o la interrupción de las dosis del medicamento. Sin embargo, la experiencia clínica ha mostrado que con otras sulfonilureas, algunos efectos secundarios asociados con la hipersensibilidad pueden ser severos y, en algunos casos, fatales. Trastornos de la sangre y del sistema linfático: Leucocitopenia, agranulocitosis, trombocitopenia, anemia hemolítica, anemia aplástica, pancitopenia Trastornos endócrinos: Secreción inadecuada de la hormona antidiurética. Trastornos del metabolismo y de la nutrición: Hiponatremia, hipoglucemia, intolerancia al alcohol, disminución del apetito. Trastornos del sistema nervioso: Mareos, cefalea. Trastornos gastrointestinales: Diarrea, vómito, náusea, trastorno gastrointestinal. Trastornos hepatobiliares: Ictericia colestásica. Trastornos de la piel y del tejido subcutáneo: Urticaria, erupción maculopapular, reacción de fotosensibilidad, eritema multiforme, dermatitis exfoliativa, prurito, dermatitis alérgica, erupción. Trastornos congénitos, hereditarios y genéticos: Porfiria no aguda. Trastornos generales y condiciones del sitio de administración: Hambre. Pruebas complementarias: Prueba de laboratorio anormal, disminución de osmolaridad en sangre, aumento de osmolaridad en orina. Los malestares gastrointestinales tienden a estar relacionados con las dosis y desaparecen cuando se las reducen. Las reacciones en la piel pueden ser transitorias y pueden desaparecer a pesar de la administración continua de Clorpropamida; si persisten, se debe interrumpir el consumo del medicamento.
Advertencias.
Deficiencia de G6PD: Debido a que la Clorpropamida pertenece a la clase de agentes sulfonilurea, se debe tener precaución en pacientes con deficiencia de G6PD. El tratamiento con agentes sulfonilurea en pacientes con deficiencia de G6PD puede conducir a una anemia hemolítica y se debe considerar una alternativa no sulfonilurea. Hipoglucemia: Todos los medicamentos sulfonilurea, incluida la Clorpropamida, tienen la capacidad de producir hipoglucemia severa, que podría resultar en coma y requerir internación. Los pacientes que experimentan hipoglucemia deben tratarse con la terapia de glucosa adecuada y permanecer en control durante un mínimo de 24 a 48 horas (ver la sección Sobredosificación). La selección adecuada de pacientes, la dosis y las instrucciones son importantes para evitar episodios hipoglucémicos. La ingesta de carbohidratos regular y oportuna es importante para evitar eventos hipoglucémicos que ocurren cuando se retrasa una comida, no se ingiere suficiente alimento o no es equilibrada la ingesta de carbohidratos. La insuficiencia renal o hepática puede afectar la disposición de Clorpropamida y también disminuir la capacidad gluconeogénica, de las cuales ambas aumentan el riesgo de reacciones hipoglucémicas graves. Los pacientes ancianos, debilitados o desnutridos y aquellos con insuficiencia adrenal o pituitaria son particularmente susceptibles a la acción hipoglucémica de los medicamentos que disminuyen la glucosa. La hipoglucemia puede ser difícil de reconocer en ancianos y en personas que están tomando medicamentos bloqueadores beta-adrenérgicos. Es más probable que se produzca hipoglucemia cuando la ingesta calórica sea deficiente, después de ejercicios fuertes o prolongados, cuando se ingiere alcohol o cuando se administra más de un medicamento reductor de la glucosa. Debido a la larga vida media de la Clorpropamida, los pacientes que se vuelven hipoglucémicos durante la terapia requieren una supervisión cuidadosa de la dosis y alimentaciones frecuentes durante al menos 3 a 5 días. La internación y la glucosa intravenosa pueden ser necesarias. Pérdida de control de glucosa en sangre: Cuando un paciente estabilizado en cualquier régimen diabético se expone a algún estrés, como fiebre, traumatismo, infección o cirugía, puede que se produzca una pérdida del control. En tales momentos, puede que sea necesario interrumpir la Clorpropamida y administrar insulina. La efectividad de cualquier medicamento hipoglucémico oral, incluida la Clorpropamida, en disminuir los niveles de glucosa en sangre a un nivel deseado en muchos pacientes puede reducirse durante un determinado período de tiempo, lo cual puede deberse a la progresión de la gravedad de la diabetes o a la disminución del grado de respuesta al medicamento. El fenómeno es conocido como falla secundaria, para distinguirse de la falla primaria en la que el medicamento no es efectivo cuando se administra por primera vez a un paciente individual. Se debe evaluar un ajuste adecuado de la dosis y la adhesión a una dieta antes de clasificar a un paciente como falla secundaria. Pruebas de laboratorio: la glucosa en sangre debe controlarse periódicamente. Se deben realizar medidas de hemoglobina glicosilada y se deben evaluar los objetivos con las normas actuales de cuidado. Información para pacientes: se debe informar a los pacientes acerca de los potenciales riesgos y ventajas de la Clorpropamida y los métodos de terapia alternativos. También se les debe informar acerca de la importancia de la adhesión a un régimen dietario, de un programa de ejercicios regular y de las pruebas regulares de glucosa en sangre. Se debe explicar a los pacientes y familiares responsables acerca de los riesgos de la hipoglucemia, sus síntomas y su tratamiento y las condiciones que predisponen a su desarrollo. También se debe explicar acerca de la falla primaria y secundaria. Se debe indicar a los pacientes que se contacten con su médico de inmediato si experimentan síntomas de hipoglucemia u otra reacción adversa. Embarazo: Se desconoce si la Clorpropamida puede provocar daño fetal cuando se administra a una mujer embarazada o si afecta la capacidad de reproducción. La Clorpropamida solo debe administrarse a mujeres embarazadas si los potenciales beneficios justifican el potencial riesgo del paciente y el feto. Debido a que los datos indican que los niveles anormales de glucosa en sangre durante el embarazo se asocian con una mayor incidencia de anormalidades congénitas, muchos expertos recomiendan que se utilice insulina durante el embarazo para mantener los niveles de glucosa en sangre lo más cerca posible de lo normal. Se ha informado hipoglucemia severa prolongada (4 a 10 días) en recién nacidos de madres que recibieron un medicamento de sulfonilurea al momento del parto. Se han informado con mayor frecuencia con el consumo de agentes de vida media prolongada. Si se usa Clorpropamida durante el embarazo, se debe interrumpir al menos un mes antes de la fecha de parto y se deben instituir otras terapias para mantener los niveles de glucosa en sangre lo más cerca posible de lo normal. Lactancia: Un análisis de un compuesto de dos muestras de leche materna humana, cada una tomada cada cinco horas después de la ingesta de 500 mg de clorpropamida de un paciente, reveló una concentración de 5 mcg/ml. Como referencia, el pico normal del nivel sanguíneo de Clorpropamida después de una dosis única de 250 mg es de 30 mcg/ml. Por lo tanto, no se recomienda que una mujer amamante mientras toma este medicamento.
Interacciones.
Los siguientes productos pueden producir hipoglucemia: La acción hipoglucémica de las sulfonilureas puede potenciarse con ciertos medicamentos, entre los que se incluyen medicamentos antiinflamatorios no esteroidales y otros agentes altamente fijados a las proteínas, salicilatos, sulfonamidas, cloranfenicol, probenecid, cumarínicos, inhibidores de la monoaminooxidasa y agentes bloqueadores beta adrenérgicos. Cuando se administran dichos medicamentos a un paciente que recibe Clorpropamida, se lo debe mantener bajo observación para verificar la presencia de hipoglucemia. Cuando se interrumpe el tratamiento con dichos medicamentos en un paciente que recibe Clorpropamida, se lo debe mantener bajo observación para verificar si existe pérdida de control de los niveles de glucosa. Antifúngicos: Voriconazol: Aunque no esté estudiado, el voriconazol puede aumentar los niveles plasmáticos de las sulfonilureas (por ej.: tolbutamida, glipizida y gliburida) provocando hipoglucemia. Se recomienda un control cuidadoso de la glucosa en sangre durante la coadministración. Miconazol: Con algunas sulfonilureas, se ha informado una potencial interacción entre el miconazol oral y los agentes hipoglucémicos orales que producen hipoglucemia severa. Se desconoce si esta interacción también ocurre con preparaciones intravenosas, tópicas o vaginales. Alcohol: En algunos pacientes, se puede producir una interacción similar al disulfiram por la ingesta de alcohol. Las cantidades de alcohol moderadas a grandes pueden aumentar el riesgo de hipoglucemia. Los siguientes productos pueden producir hiperglucemia: Ciertos medicamentos tienden a producir hiperglucemia y pueden conducir a la pérdida del control. Entre estos medicamentos, se incluyen tiazidas y otros diuréticos, corticosteroides, fenotiazinas, productos para la tiroides, estrógenos, anticonceptivos orales, fenitoína, ácido nicotínico, simpaticomiméticos, medicamentos bloqueadores de los canales de calcio e isoniazida. Cuando se administran dichos medicamentos a un paciente que recibe Clorpropamida, se lo debe mantener bajo observación para verificar si presenta pérdida de control. Cuando se interrumpe el tratamiento con dichos medicamentos en un paciente que recibe Clorpropamida, se lo debe mantener bajo observación para verificar si presenta hipoglucemia. Pruebas de laboratorio: La Clorpropamida no interfiere en las pruebas habituales para detectar la albúmina en orina.
Sobredosificación.
Signos y síntomas de sobredosis: La sobredosis de sulfonilureas, incluida la Clorpropamida, puede producir hipoglucemia severa. La hipoglucemia severa puede provocar un coma, convulsiones u otras insuficiencias neurológicas infrecuentemente. Tratamiento de sobredosis: Los síntomas de hipoglucemia leve sin pérdida de conciencia o hallazgos neurológicos deben tratarse de forma agresiva con glucosa oral y ajustes en la dosis de medicamentos y comidas. El control debe continuar hasta que el médico esté seguro de que el paciente está fuera de peligro. Las reacciones de hipoglucemia severa con coma, convulsiones u otras insuficiencias neurológicas ocurren con poca frecuencia, pero constituyen emergencias médicas que requieren internación inmediata. Si se diagnostica o se sospecha de un coma hipoglucémico, se debe administrar al paciente una inyección intravenosa rápida de la solución concentrada (50%) de glucosa. Esto debe ir seguido de una infusión continua de una solución de glucosa más diluida (10%) a un índice que mantenga la glucosa en sangre a un nivel superior a 100 mg/dl. Se debe controlar de cerca a los pacientes durante un mínimo de 24 a 48 horas debido a que la hipoglucemia puede ocurrir después de una aparente recuperación clínica.
Presentación.
DIABENESE Comprimidos de 250 mg x caja de 30 unidades.