GLIFORTEX G
ANDROMACO
Hipoglucemiante oral.
Composición.
Comprimidos 500/5mg: cada comprimido recubierto contiene: metformina clorhidrato 500mg; glibenclamida 5mg. Comprimidos 500/2,5mg: cada comprimido recubierto contiene: metformina clorhidrato 500mg; glibenclamida 2,5mg. Comprimidos 250/1,25mg: cada comprimido recubierto contiene: metformina clorhidrato 250mg; glibenclamida 1,25mg.
Propiedades.
Mecanismo de acción: este medicamento combina la acción de dos agentes hipoglucemiantes, la glibenclamida y la metformina, con mecanismos de acción complementarios. La glibenclamida disminuye los niveles de glucemia por estimular la liberación pancreática de insulina, efecto que depende de la actividad de las células beta del páncreas. El mecanismo de acción por el cual la glibenclamida disminuye la glucemia en el tratamiento a largo plazo no ha sido claramente establecido. En pacientes con diabetes tipo II, con la administración crónica, el efecto de disminuir la glucemia persiste más allá de la disminución de la secreción de insulina como respuesta a la droga. La metformina clorhidrato es un agente hipoglucemiante que mejora la tolerancia a la glucosa en pacientes con diabetes tipo II, disminuyendo los niveles de glucosa en sangre basal y posprandial. La metformina clorhidrato disminuye la producción hepática y la absorción intestinal de glucosa y aumenta la sensibilidad a la insulina, ya que aumenta el consumo (uptake) periférico y la utilización de la glucosa. Aumenta la síntesis de glucógeno del musculoesquelético sin modificar la síntesis de glucógeno renal o hepático, a través de potenciar las acciones de la insulina endógena. Reduce el peso corporal en pacientes obesos, sin modificar el peso de pacientes delgados. Disminuye la hiperglucemia posprandial, ya que aumenta la captura de glucosa por los adipocitos y por el musculoesquelético; esto posiblemente disminuye el apetito y ayuda a reducir peso en pacientes diabéticos obesos. Tiene un efecto favorable en el perfil lipídico, ya que se ha observado la disminución de triglicéridos, colesterol total y el LDL colesterol e incremento de HDL. Disminuye la glucosa y la insulina plasmática en ayuno, los niveles plasmáticos en la tolerancia total a la glucosa y los niveles plasmáticos de lípidos, independientemente de cambios en el peso corporal; mejora la tolerancia total a la glucosa. Disminuye los niveles plasmáticos de glucosa e insulina, aumenta la unión de la insulina a su receptor (en eritrocitos y en adipocitos). Este efecto fue aparente después de 2 horas de exponer los eritrocitos al fármaco y fue máximo su efecto después de 4 horas, con una duración de más de 24 horas. La metformina incrementa la velocidad basal del transporte de glucosa, posiblemente a través de incrementar la sensibilidad del transporte a la glucosa. Incrementa la actividad fibrinolítica. Este efecto es producido por una disminución en los niveles plasmáticos del activador inhibidor-1 del plasminógeno (PAI-1). Existe evidencia que señala que la relación entre fibrinólisis deprimida y enfermedad vascular es debida a niveles altos de (PAI-1) y existen razones para creer que la disminución de PAI-1 puede ser benéfica, ya que disminuye también la adherencia de las plaquetas. Destino en el organismo: absorción y biodisponibilidad: en estudios de biodisponibilidad de este medicamento en dosis de 500mg/2,5mg y 500mg/5mg, el área bajo la curva (AUC) fue un 18 y 7% respectivamente mayor que el AUC respecto del standard de glibenclamida administrado junto con metformina clorhidrato. La glibenclamida parte de este medicamento no es bioequivalente con el estándar. La metformina de este medicamento es bioequivalente con su estándar administrado junto con glibenclamida. Cuando se administró una dosis de este medicamento de 500mg/5mg seguida de una solución al 20% de glucosa y de la misma solución más alimentos, no se produjeron alteraciones de la concentración plasmática máxima (Cmáx) y tuvo solamente un pequeño efecto sobre la glibenclamida. El tiempo requerido para alcanzar la Cmáx (Tmáx) de la glibenclamida disminuyó de 7,50 horas a 2,75 horas luego de la administración de alimentos cuando se comparó con la administración de la misma dosis seguida de la administración de una solución al 20% de glucosa. El significado clínico de la disminución del Tmáx de la glibenclamida luego de la administración de los alimentos no se conoce. Glibenclamida: estudios en pacientes normales demostraron que la glibenclamida se absorbe dentro de la primera hora, llegando a la concentración máxima en sangre a las 4 horas. Se detectan concentraciones menores hasta las 24 horas. El AUC aumenta al mismo tiempo que se aumenta la dosis de glibenclamida. Metformina clorhidrato: la biodisponibilidad absoluta de 500mg de metformina clorhidrato administrada en ayuno es de aproximadamente el 50-60%. Estudios realizados utilizando dosis simples de 500mg y 1.500mg y de 850 a 2.250mg indican que hay una pérdida de la proporcionalidad de la dosis con el incremento de ésta, lo que es debido a una menor absorción más que a una alteración de la eliminación. Los alimentos disminuyen la cantidad y retardan la absorción de la metformina clorhidrato, como ha demostrado una disminución de acerca del 40% de la concentración máxima plasmática, una reducción del 25% del AUC y una prolongación de 35 minutos para alcanzar la concentración máxima plasmática luego de la administración de 850mg de metformina clorhidrato seguida de alimentos, comparado con la misma dosis de metformina clorhidrato administrada en ayuno. Distribución: glibenclamida: las sulfonilureas se unen extensamente a las proteínas plasmáticas. El desplazamiento por otras drogas lleva a una disminución de su efecto hipoglucemiante. Drogas ácidas (como fenilbutazona, warfarina y salicilatos) desplazan la unión iónica de las sulfonilureas en una forma mucho mayor que el desplazamiento que producen de la glibenclamida. Metformina clorhidrato: la metformina tiene una insignificante unión a proteínas plasmáticas. A las dosis clínicas usuales y dosificación usual, la metformina alcanza el estado estacionario en plasma a las 24-48 horas y la concentración es generalmente 1ug/ml. Durante ensayos clínicos controlados, la metformina alcanzó 5ug/ml aún con dosis máximas. Metabolismo y eliminación: glibenclamida: la disminución de la concentración plasmática en pacientes sanos es bifásica y la vida media es de 10 horas. El metabolito principal es el 4-trans-hidroxi derivado y el secundario, el 3-cis-hidroxi derivado. Estos metabolitos no contribuyen demasiado con el efecto hipoglucemiante en el hombre. Los metabolitos se excretan por bilis y orina aproximadamente un 50% respectivamente. Metformina clorhidrato: estudios realizados en individuos sanos demostraron que la metformina se elimina, sin alterar, por orina y no tiene metabolismo hepático ni excreción biliar administrada en forma endovenosa. El clearance renal es aproximadamente 3,5 veces mayor que el clearance de creatinina, lo cual indica que la secreción tubular es la principal ruta de eliminación de la metformina. Luego de la administración oral, el 90% de la droga absorbida es eliminada por vía renal dentro de las 24 horas, con una vida media de aproximadamente 6,2 horas en plasma y de 17,6 horas en sangre. Pacientes con diabetes tipo II: estudios de múltiples dosis han demostrado curvas concentración vs. tiempo similares a estudios de dosis simple. En presencia de función renal normal, no hay diferencias en la farmacocinética de la metformina entre estudios de dosis múltiple y de dosis unitaria entre pacientes con diabetes tipo II y sujetos normales. No hay acumulación de metformina en ninguno de los casos.
Indicaciones.
Indicado como terapia de segunda línea cuando la dieta, el ejercicio y el tratamiento inicial, ya sea con una sulfonilurea o metformina por separado, no permite alcanzar un control glucémico adecuado en pacientes con diabetes tipo II.
Dosificación.
Consideraciones generales: la dosificación de este medicamento debe ser individualizada en base a la efectividad y a la tolerancia mientras no se exceda la concentración máxima diaria recomendada de 20mg de glibenclamida y 2g de metformina. Este medicamento debe ser administrado inmediatamente antes de las comidas y debe iniciarse con dosis bajas, con un aumento progresivo y escalonado de ésta según se indica más abajo, de manera de evitar la hipoglucemia (principalmente atribuible a la glibenclamida), para reducir efectos gastrointestinales (principalmente debido a la metformina) y para permitir la determinación de la mínima dosis efectiva para el control adecuado de la glucemia en cada paciente. Además, debe determinarse la hemoglobina A1C (hemoglobina glicosilada) cada tres meses para evaluar la efectividad de la terapia. El éxito terapéutico reside en encontrar los valores de hemoglobina A1C, FPG (glucemia basal en ayunas) y de PPG (glucemia posprandial) normales o casi normales. Idealmente, la terapia debe ser evaluada mediante el valoración de la hemoglobina glicosilada. Terapia inicial: dosis de inicio recomendada: 250mg/1,25mg 1 o 2 veces por día con las comidas. Para aquellos pacientes con diabetes tipo II cuya hiperglucemia no es satisfactoriamente controlada solamente con dieta y ejercicio, la dosis inicial recomendada es de 250mg/1,25mg 1 vez por día con las comidas. Para aquellos pacientes con hemoglobina glicosilada > 9% o glucosa en ayunas de 200mg/dl, se recomienda una dosis inicial del medicamento de 250mg/1,25mg 2 veces por día; en la mañana y en la tarde con las comidas. La dosis debe incrementarse de a 250mg/1,25mg por día, cada 2 semanas hasta que se alcance una dosis útil para el control de la glucemia. Como terapia inicial, no hay experiencia en la administración de más de 10mg/2g por día. La dosis de 500mg/5mg no debe ser utilizado en la terapia inicial debido al riesgo de hipoglucemia. Como terapia de segunda línea: dosis recomendada de inicio: 500mg/2,5mg o 500mg/5mg, 2 veces por día, con las comidas. Aquellos pacientes que no obtienen un tratamiento satisfactorio con glibenclamida sola (u otra sulfonilurea) o con metformina sola, la dosis diaria inicial recomendada es de 500mg/2,5mg o 500mg/5mg, 2 veces por día, a la mañana y a la tarde, con las comidas. Con el objeto de evitar la hipoglucemia, no deben superarse las dosis diarias que se venían ingiriendo de glibenclamida o de metformina. La dosis diaria debe ser aumentada en 500mg/5mg hasta alcanzar la dosis mínima necesaria para un adecuado control de la glucemia o hasta una dosis diaria máxima de 20mg/2g por día. Los pacientes deben monitorearse para detectar signos y síntomas de hipoglucemia luego del cambio de medicación.
Contraindicaciones.
Este medicamento está contraindicado en pacientes con: enfermedad o disfunción renal (por ej., cuando se hallan niveles de clearance de creatinina igual o mayores a 1,5mg/dl en hombres y 1,4mg/dl en mujeres, o clearance de creatinina anormal) como resultado de colapso cardiovascular (shock), infarto agudo de miocardio y septicemia. Insuficiencia cardíaca congestiva que requiere tratamiento farmacológico. Hipersensibilidad conocida a alguno de los componentes de la fórmula. Acidosis metabólica aguda o crónica, incluyendo cetoacidosis diabética, con o sin coma. La cetoacidosis diabética debe ser tratada con insulina. Insuficiencia hepática. Intoxicación alcohólica. Período pre y posquirúrgico. Patología aguda que conlleva riesgo de alteración de la función renal: deshidratación (vómitos, diarrea), fiebre, estados infecciosos y/o hipóxicos severos (shock, septicemia, infección urinaria, neumopatía). Exploraciones con productos de contraste yodados: como regla general, evitar en el paciente diabético. En caso de necesidad, interrumpir el tratamiento con metformina 48 horas antes y reiniciar 48 horas después del estudio.
Reacciones adversas.
Hipoglucemia: en ensayos clínicos controlados realizados con este medicamento, no se han manifestado episodios de hipoglucemia que requirieran intervención médica y/o terapia farmacológica; todos los casos fueron manejados por los mismos pacientes. La frecuencia de síntomas de hipoglucemia en pacientes tratados con este medicamento en dosis 250mg/1,25mg fue mayor en pacientes con dosaje de hemoglobina glicosilada de base 7%, menor en aquellos cuya hemoglobina glicosilada de base estaba entre 7 y 8% y comparable con el placebo cuando la hemoglobina glicosilada de base era 8%. En el caso de pacientes cuya hemoglobina glicosilada de base estaba entre 8 y 11% y que fueron tratados con este medicamento en dosis 500mg/2,5mg como terapia inicial, la frecuencia de aparición de síntomas de hipoglucemia fue de 30-35%. Cuando fue utilizado como terapia de segunda línea, en pacientes que habían recibido una sulfonilurea solamente, aproximadamente el 6,8% de éstos experimentó síntomas de hipoglucemia. Las manifestaciones involucradas son: cansancio, sudoración, temblores, hambre. Reacciones gastrointestinales: fueron los síntomas más usuales a partir de todos los ensayos clínicos realizados con este medicamento y fueron más frecuentes con las dosis más elevadas. En ensayos clínicos controlados, menos del 2% de los pacientes discontinuaron el uso de el medicamento debido a efectos adversos gastrointestinales. Las manifestaciones involucradas son: diarreas, náuseas, vómitos, dolor abdominal. Las reacciones gastrointestinales también se han reportado raramente en pacientes tratados con comprimidos de glibenclamida del tipo disulfiram. Reacciones dermatológicas: prurito, eritema, urticaria y lesiones maculopapulares. Todas ellas son, por lo general, transitorias y de escasa magnitud, que frecuentemente desaparecen durante la terapia. En casos esporádicos se hace necesario suspender el medicamento. Reacciones hematológicas: las más frecuentes son disminución de la agregación plaquetaria e incremento del tiempo de coagulación, las cuales en pacientes con trastornos cardiocirculatorios son de desearse para coadyuvar a disminuir los riesgos cardiovasculares. Reportes esporádicos de leucopenia, granulocitosis, trombocitopenia, anemia hemolítica, anemia aplásica y pancitopenia, fundamentalmente por su componente sulfonilureico. Se ha reportado esporádicamente una reducción de la absorción de vitamina B12 en pacientes diabéticos tratados con metformina por lapsos mayores de 2 años, la que puede causar una anemia megaloblástica, por lo cual se recomienda en los pacientes que sean tratados por períodos prolongados, determinación sérica de vitamina B12 y biometría hemática. Reacciones cardíacas: la insulina como las sulfonilureas pueden causar hipoglucemia; esta propicia liberación de catecolaminas puede desencadenar crisis de angor y arritmias.
Precauciones.
Hipoglucemia: el riesgo de hipoglucemia aumenta cuando existe una dieta deficiente en calorías, cuando se realiza ejercicio intenso que no es compensado con la ingesta o con el uso conjunto de otros hipoglucemiantes o alcohol. La insuficiencia hepática o renal pueden aumentar los niveles tanto de glibenclamida como de metformina y la insuficiencia hepática puede disminuir la capacidad gluconeogénica; estos efectos pueden producir hipoglucemia. Pacientes ancianos, debilitados o malnutridos, con insuficiencia adrenal o hipofisaria, con intoxicación por alcohol, son particularmente sensibles a los efectos de la hipoglucemia. La hipoglucemia puede resultar difícil detectar en pacientes ancianos o en aquellos que están en tratamiento con agentes b bloqueantes. Insuficiencia hepática: no han sido llevados a cabo estudios farmacocinéticos para ninguna de las 2 drogas. Insuficiencia renal: no hay información disponible acerca de la farmacocinética de estas drogas. En pacientes con función renal disminuida (basado en el clearance de creatinina), la vida media plasmática y en sangre de la metformina se ha encontrado aumentada y el clearance renal disminuido en relación con la disminución del clearance de creatinina. Ancianos: no hay información disponible acerca de la farmacocinética de la glibenclamida en ancianos. Datos de estudios farmacocinéticos de la metformina en ancianos sugieren que el clearance plasmático total está disminuido, la vida media está prolongada y la Cmáx aumentada, comparada con sujetos sanos jóvenes. Estos datos sugieren que el cambio en la farmacocinética de la metformina es debido a un cambio en la función renal. El tratamiento con metformina no debe iniciarse en pacientes mayores de 80 años, a menos que los valores del clearance de creatinina demuestren que la función renal no está disminuida. Niños: no se ha establecido la seguridad y eficacia en niños. Embarazo: información reciente revela que niveles anormales de glucosa en sangre están asociados a una alta incidencia de alteraciones congénitas. Dado que los estudios en animales no siempre son predictivos de la respuesta en el hombre, este medicamento no debe ser utilizado en caso de embarazo, a menos que sea claramente necesario. Lactancia: aunque no se ha estudiado la glibenclamida, se sabe que otras sulfonilureas se excretan por la leche materna. Dada la potencial hipoglucemia que puede aparecer en el lactante, debe tomarse la decisión de discontinuar la lactancia o la ingesta de este medicamento, teniendo en cuenta la importancia de la administración de la droga a la madre. Si al discontinuar el medicamento la glucemia no logra controlarse adecuadamente solo con la dieta, debe considerarse el uso de insulina. Metformina clorhidrato: monitorear la función renal: la metformina se excreta principalmente por riñón y el riesgo de su acumulación y de acidosis láctica se incrementa con la disfunción renal. Los pacientes que posean niveles de clearance de creatinina mayores a los normales para su edad no deben recibir este medicamento. En pacientes ancianos, la dosis mínima de este medicamento debe ser determinada para tener un adecuado control de la glucemia, ya que la edad está relacionada con una función renal disminuida. Particularmente en aquellos mayores de 80 años debe monitorearse la función renal regularmente y generalmente este medicamento no debe ser administrado en las dosis máximas. Antes del inicio del tratamiento, debe ser estudiada la función renal. Cuando se detecta una alteración en ella antes de iniciar el tratamiento, deberá monitorearse más de una vez por año y debe ser discontinuado si empeora. Uso concomitante de otra medicación que pueda alterar la función renal o la disponibilidad de metformina: drogas cationicas que son eliminadas por secreción renal deben ser utilizadas con cautela. Estudios radiológicos que involucran la administración intravascular de material yodado de contraste: pueden producir alteraciones agudas de la función renal y se han asociado a casos de acidosis láctica en pacientes medicados con metformina. En estos casos debe discontinuarse temporariamente el tratamiento con este medicamento y reiniciarse cuando se reestablezca la función renal. Hipoxia: diferentes condiciones asociadas a hipoxemia (como colapso cardiovascular, infarto agudo de miocardio, insuficiencia cardíaca aguda) se han asociado con acidosis láctica y azoemia prerrenal. Cuando alguno de estos eventos ocurre en pacientes que están siendo tratados con este medicamento, el tratamiento debe ser suspendido. Procedimientos quirúrgicos: este medicamento debe ser suspendido temporariamente cuando el paciente sea sometido a algún procedimiento quirúrgico (excepto en el caso de procedimientos menores no asociados a la ausencia de ingesta de comida o líquido) y no debe ser reiniciado hasta que el paciente pueda nuevamente ingerir alimentos por boca y se reevalúe la función renal. Ingesta de alcohol: es conocido que el alcohol potencia el efecto de la metformina sobre el metabolismo del lactato. Los pacientes deben ser advertidos acerca de la ingesta excesiva crónica o aguda de alcohol, mientras estén en tratamiento con este medicamento. Debido a su efecto sobre la capacidad gluconeogénica del hígado, el alcohol puede aumentar el riesgo de hipoglucemia. Alteraciones de la función hepática: dado que algunas alteraciones de la función hepática han sido asociadas con casos de acidosis láctica, este medicamento no debe ser utilizado en pacientes que demuestren evidencia clínica o datos de laboratorio que indiquen la mencionada alteración. Nivel de vitamina B12: se ha observado en aproximadamente el 7% de los pacientes una disminución de los niveles de vitamina B12: a partir de valores normales, sin manifestaciones clínicas. Cambios clínicos en pacientes previamente controlados, con diabetes tipo II: un paciente con diabetes tipo II previamente bien controlado con metformina, que desarrolla alteraciones de laboratorio o alguna enfermedad clínica (aunque sea una enfermedad no definida, leve) debe ser inmediatamente evaluado por su cetoacidosis o acidosis láctica. La evaluación debe incluir: electrolitos séricos, glucemia, pH, lactato, piruvato y niveles de metformina. Si se evidencia acidosis, debe interrumpirse el tratamiento con este medicamento y hacerse las correcciones pertinentes. Carcinogénesis, mutagénesis y trastornos de la fertilidad: glibenclamida: estudios en ratas con dosis superiores a 300mg/kg/día (aproximadamente 145 veces mayor que la dosis recomendada para humanos) durante 18 meses no revelaron efectos carcinogénicos. Tests in vitro, como el test de Ames, no demostraron potencial mutagénico. Metformina: ensayos a largo plazo en ratas durante 104 semanas y en ratones durante 91 semanas, incluyendo dosis de 900mg/kg/día y 1500mg/kg/día, no revelaron efectos carcinogénicos ni potenciales efectos tumorogénicos. Hubo sin embargo un aumento de la incidencia de pólipos de estroma uterino en ratas tratadas con dosis de 900mg/kg/día. Los tests in vitro no demostraron potencial mutagénico. La fertilidad, tanto en machos como en hembras, no se vio alterada por la administración de altas dosis de metformina (600mg/kg/día). Alteraciones en los resultados de las pruebas de laboratorio: la glibenclamida puede ocasionar elevación de las enzimas hepáticas. En casos aislados puede haber mala absorción de vitamina B12 que puede llevar al desarrollo de anemia megaloblástica. Disminuye los parámetros de triglicéridos, colesterol total y LDL. Puede modificar las HDL. Excepcionalmente puede haber incremento en los niveles séricos de lactato en pacientes predispuestos.
Interacciones.
Tiazidas y otros diuréticos, corticosteroides, fenotiazinas, hormonas tiroideas, estrógenos, anticonceptivos orales, fenitoína, ácido nicotinico, drogas simpaticomiméticas, bloqueantes de canales de calcio e isoniazida tienden a producir hiperglucemia. Cuando se administra alguna de estas drogas a pacientes que están recibiendo este medicamento, los pacientes deben ser controlados de su glucemia. La metformina tiene una pobre unión a proteínas plasmáticas; es poco influenciada por salicilatos, sulfonamidas, cloramfenicol, y probenecid cuando se compara con glibenclamida, que se une con gran afinidad a proteínas plasmáticas. Danazol: posee efecto diabetógeno. Si la asociación no puede ser evitada, el paciente debe ser prevenido de controlar su glucosuria más frecuentemente. Eventualmente debe adaptarse la posología de este medicamento mientras se administren conjuntamente estas drogas. Clorpromazina: a dosis elevadas (100mg/día) posee efecto hiperglucemiante, ya que disminuye la liberación de insulina. Debe prevenirse al paciente para que realice el control de su glucemia y glucosuria más frecuentemente. Eventualmente debe adaptarse la posología de este medicamento mientras se administre junto con el neuroléptico. Agonistas beta: tienen efecto hiperglucemiante. Reforzar la vigilancia de la glucemia y glucosuria. Cambiar eventualmente a tratamiento con insulina. Glibenclamida: ciprofloxacina: existe una posible interacción que se observa como una potenciación del efecto hipoglucémico. El mecanismo de esta interacción no es conocido. Miconazol: existe interacción entre el miconazol y drogas hipoglucemiantes que derivan en una severa hipoglucemia. No se conoce el mecanismo de la interacción aún cuando la administración de miconazol sea por vía intravenosa, tópica o vaginal. Metformina: furosemida: la coadministración de ambas drogas en una dosis única ha revelado alteraciones de los parámetros farmacocinéticos de ambas drogas. La furosemida aumenta los niveles de metformina en sangre, aumenta el Cmáx un 22% y el AUC un 15%, sin ningún cambio en el clearance renal. Respecto de la furosemida, ésta disminuye su Cmáx y el AUC un 31 y 12% respectivamente. No existe información acerca de lo que sucede cuando estas drogas se administran juntas en forma crónica. Nifedipina: un estudio de dosis única en voluntarios sanos demostró que la coadministración de ambas drogas produjo un aumento en la Cmáx y el AUC de la metformina de un 20 y 9%, respectivamente, y una disminución de la excreción renal. La nifedipina parece aumentar la absorción de la metformina, mientras que esta última tiene poco efecto sobre la primera. Drogas catiónicas (amiloride, digoxina, morfina, procainamida, quinidina, quinina, ranitidina, triamterena, trimetoprima o vancomicina): son eliminadas por secreción tubular y teóricamente compiten con la metformina por el sistema común de transporte tubular. Cimetidina: se ha observado en estudios clínicos de dosis simple y multidosis que existe interacción cuando estas drogas se administran juntas. Hay un aumento del 60% del pico de máxima concentración de metformina en plasma y en sangre y un aumento del 40% del AUC de metformina en plasma y en sangre. No hubo cambios en la vida media de eliminación en los estudios de dosis simple. Metformina no produce cambios en los parámetros farmacocinéticos de la cimetidina.
Sobredosificación.
Glibenclamida: la sobredosis con sulfonilureas puede producir hipoglucemia. Los síntomas sin pérdida de conciencia o hallazgos neurológicos deben ser tratados con glucosa oral y ajustes en la dosis de este medicamento o en las comidas. Reacciones serias de hipoglucemia tales como coma u otro signo neurológico, si bien no ocurren frecuentemente, requieren la inmediata hospitalización. Si se sospecha o conoce el coma hipoglucémico, debe administrarse en forma endovenosa una solución de glucosa 50% seguida de una infusión contínua de una solución al 10%. Los pacientes deben controlarse por lo menos durante 24-48 horas luego de que ocurra la aparente recuperación clínica. Metformina clorhidrato: aunque se han observado casos de acidosis láctica, no se ha manifestado hipoglucemia con ingestas de hasta 85g de metformina clorhidrato. La metformina es dializable en condiciones hemodinámicas normales, con un clearance de hasta 170ml/min. De esta manera, la hemodiálisis puede ser útil para remover la droga acumulada en pacientes en los que se sospecha sobredosis con metformina. No utilizar soluciones de diálisis conteniendo lactato.
Presentación.
Comprimidos 500/5mg: envase conteniendo 30 comprimidos recubiertos. Comprimidos 500/2,5mg: envase conteniendo 30 comprimidos recubiertos. Comprimidos 250/1,25mg: envase conteniendo 30 comprimidos recubiertos.