HIPECOR
MERCK
Antiarrítmico.
Composición.
Cada comprimido contiene: Clorhidrato de sotalol 160 mg. HIPECOR comprimidos contiene los siguientes ingredientes inactivos: Lactosa anhidra, Celulosa Microcristalina, Colorante azul FD&C N° 2 Aluminio Laca, Estearato de Magnesio, Almidón de Maíz, Ácido Esteárico, Dióxido de Silicio.
Características.
HIPECOR, la mezcla racémica de d-el-clorhidrato de sotalol, es un agente bloqueador beta-adrenorreceptor con propiedades antiarrítmicas clase III de Vaughan Willians, presentado en la forma de tabletas para administración oral.
Farmacología.
Mecanismo de Acción: HIPECOR (clorhidrato de sotalol) es un agente bloqueador de receptor beta adrenérgico no selectivo, que actúa en los receptores beta-1 y beta-2, destituido de actividad simpatomimética intrínseca (ISA) y actividad estabilizadora de membrana (MSA). HIPECOR inhibe la liberación de renina. Su actividad bloqueadora beta-adrenérgica causa una reducción en la frecuencia cardíaca (efecto cronotrópico negativo) y una limitada reducción en la fuerza de contracción (efecto inotrópico negativo). Estas alteraciones en el corazón reducen el consumo de oxígeno en el miocardio y el trabajo cardíaco. HIPECOR tiene propiedades antiarrítmicos de bloqueo del receptor beta-adrenérgico (clase II de Vaughan Willians) y de prolongamiento de la duración del potencial de acción cardiaco (clase III de Vaughan Willians). Las propiedades clase II y III pueden ser refrejadas en el electrocardiograma por el prolongamiento de los intervalos PR, QT y QTc (intervalo QT corregido por la frecuencia cardíaca) sin alteración significante en la duración del intervalo QRS. Los isómeros d- e l- del clorhidrato de sotalol tiene efectos antiarrítmicos similares aunque el l-isómero sea virtualmente el responsable por toda la actividad betabloqueante. Aunque pueda ocurrir un betabloqueo significativo con dosis orales bajas como 25mg, los efectos clase III son, en general, observados con dosis diarias mayores de 160mg. Farmacocinética: Niveles pico son alcanzados en 2,5 a 4 horas, y niveles plasmáticos en estado de equilibrio se alcanzan entre 2 a 3 días. La absorción es reducida en aproximadamente 20%, cuando es administrado con una comida normal, en comparación con las condiciones de ayuno. HIPECOR no se liga a las proteínas plasmáticas y no es metabolizado. La principal vía de eliminación es la renal. Aproximadamente 80 a 90% de la dosis es eliminada en la orina de forma inalterada, mientras que el restante es eliminado en las heces. Dosis más bajas son necesarias en condiciones de complicaciones renales (ver Precauciones). La edad no altera significativamente la farmacocinética, aunque la función renal comprometida en pacientes geriátricos pueda disminuir el índice de eliminación, resultando en aumento de la acumulación de la droga. Hemodinámica: HIPECOR produce reducciones consistentes en la frecuencia y débitos cardíacos, sin reducción en el volumen sistólico. HIPECOR causa poca o ninguna alteración en la presión sanguínea sistémica en normotensos, y no fue notada alteración significativa en la presión arterial pulmonar. En pacientes hipertensos, HIPECOR produce reducciones significantes en las presiones sistólica y diastólica. Aunque HIPECOR sea generalmente bien tolerado hemodinámicamente, debe usarse con cautela en pacientes con reserva cardíaca limitrofe, visto que puede ocurrir deterioración en la función cardíaca. Electrofisiología: En el hombre, los efectos electrofisóiolgicos (betabloqueo) de clase II del HIPECOR se manifiestan a través del aumento de la duración del ciclo sinusal (frecuencia cardíaca lenta - bradicardia), disminución de la conducción nodal atrioventricular y aumento de la refractariedad nodal atrioventricular. Los efectos electrofisiológicos de clase III incluyen prolongamientos de los potenciales de acción monofásico atrial y ventricular, y prolongamiento del período refractario efectivo de los músculos atrial, ventricular, y de las vías accesoria atrioventriculares (donde exista) en las direcciones anterógrada y retrógrada. Con dosis orales de 160 a 640mg/día, el electrocardiograma puede mostrar aumentos medios relacionados la dosis de 40 a 100seg. En el intervalo QT y 10 a 40 mseg en el intervalo QTc (ver Advertencias). No fue observada ninguna alteración significativa en el intervalo QRS. Estudios Clínicos: El estudio ESVEM (Estudio de Monitorización Electrofisiológica versus Monitorización electrocardiográfica) fue elaborado para comparar la elección de la terapia antiarrítmica (sotalol, procainamida, quinidina, mexiletina, propafenona, imipramina y pirmenol) a través de la supresión de la estimulación eléctrica programada (PES) contra pacientes seleccionados por la monitorización por Holter, con historia de taquicardia ventricular sostenida (TV)/fibrilación ventricular (FV) cuya TV/FV también fueron inducidos por el PES y CVP (Contracción Ventricular Prematura) de 10 latidos/hora registrado por la monitorización del Holter. La respuesta aguda global), limitada a la primera droga aleatoria, fue 39% para el sotalol y 30% para las otras drogas juntas. El índice de respuesta aguda para la primera droga aleatoria, usando la supresión de la inducción del PES fue de 36% para el sotalol contra una media de 13% para las otras drogas juntas. Usando los resultados de monitorización por Holter, el sotalol obtuvo 41% de respuesta contra 45% para las otras drogas combinadas. Entre aquellos que respondieron a la terapia de largo plazo, el sotalol fue identificado en forma remarcada, como el más eficaz, comparado a las otras drogas juntas, obteniendo la más baja mortalidad de 2 años (13% contra 22%), el más bajo índice de reaparición de taquicardía ventricular en dos años (30% contra 60%) y el más bajo índice de descontaminación (38% contra 75 a 80%). Las dosis de sotalol más comúnmente usadas fueron 320 a 480mg/día (66% de los pacientes) con 16% recibiendo < 240mg/día y 18% recibiendo > 640mg/día.
Indicaciones.
HIPECOR es indicado en el tratamiento de: hipertensión, angina pectoris y arritmias cardíacas. Produce una reducción gradual y progresiva de la presión arterial. Cuando se desea un efecto más rápido, Hipecor puede ser asociado a diuréticos orales. Usos: arritmias: Tratamiento de taquiarritmia ventricular grave. Taquiarritmia ventricular no sostenida sintomática y contracciones ventriculares prematuras sintomáticas. Tratamiento profiláctico de la taquicardia atrial paroxística, fibrilación atrial paroxística, taquicardia paroxística atrioventricular nodal reentrante, taquicardia paroxística reentrante por vías accesorias y taquicardia supraventricular paroxística después de cirugía cardíaca. Mantenimiento del ritmo sinusal después de la conversión de la fibrilación o flutter atrial. Control del índice ventricular en pacientes con fibrilación atrial crónica o flutter atrial. Arritmias causadas por exceso de catecolaminas circulantes y aquellas debido al aumento de sensibilidad a las catecolaminas. Ninguna droga antiarrítmica ha demostrado reducir la incidencia de muerte súbita en pacientes con arritmias supraventricular o ventricular asintomática. Una vez que la mayoría de las drogas antiarrítmicas tienen potencial pró-arrítmico o para aumentar la incidencia de muerte súbita, los médicos deben considerar cautelosamente los riesgos y los beneficios da terapia antiarrítmica en estos pacientes. Angina de pecho: HIPECOR reduce la incidencia y severidad de los ataques de angina y aumenta la tolerancia al ejercicio. Puede usarse en todos los casos de angina de pecho incluyendo casos severos y los que no se pueden tratar. Postinfarto del Miocardio: Cuando HIPECOR es administrado dentro de los 5 a 14 días del infarto agudo del miocardio, produce una significativa reducción en el índice de reinfarto, y una tolerancia de mortalidad más baja durante el primer año después del infarto (ver Advertencias - Infarto del miocardio reciente). Hipertensión: HIPECOR causa una reducción gradual de la presión sanguinea en posición decúbito y erguido. Hipecor proporciona un control adecuado por 24 horas de la presión sanguinea en pacientes hipertensivos con un régimen de dosis única diaria.
Dosificación.
HIPECOR es administrado por vía oral. Pacientes presentando bradicardia o hipotensión excesiva en el inicio de la administración de HIPECOR deben suspender su terapia; HIPECOR puede ser reintroducido más tarde en dosis más bajas. Una reducción de la dosis también puede ser recomendable para aliviar los síntomas de debilidad y mareos en casos donde la presión arterial permanece baja después de más de un mes de terapia. HIPECOR es administrado, de preferencia, 1 a 2 horas antes de las comidas. Arritmias: Como con otros agentes antiarrítmicos, HIPECOR debe iniciarse e ir aumentando sus dosis en lugares donde exista la posibilidad de monitorización y de evaluación del ritmo cardíaco. La dosis debe ser individualizada para cada paciente con base en la respuesta terapéutica y tolerancia. Eventos proarrítmicos pueden ocurrir, no solamente en el inicio de la terapia, así como también en cada aumento durante el ajuste de la dosis. La dosificación de HIPECOR debe ser ajustada gradualmente con 2 a 3 días entre los aumentos de dosis con la finalidad de alcanzarse el estado de equilibrio y continuar monitorizando el intervalo QT. El ajuste gradual de la dosis ayudará a prevenir el uso de dosis que sean más altas que las necesarias para controlar la arritmia. El esquema de dosificación inicial recomendado es de 160mg/día, administrado en dos dosis divididas con intervalos de aproximadamente 12 horas. Esta dosis puede aumentarse para 240mg o 320mg/día, si es necesario, después de la evaluación adecuada. En la mayoría de los pacientes, la respuesta terapéutica es obtenida con una dosis total diaria de 160 a 320mg/día, administrado en dos dosis divididas. Algunos pacientes con arritmias ventriculares refractarias con riesgo de vida pueden necesitar dosis tan altas como 480 a 640mg/día; sin embargo, estas dosis deben ser prescritas solamente cuando el beneficio potencial exceda el aumento del riesgo de eventos adversos, particularmente las proarritmias. Generalmente, debido al largo periodo de vida de la eliminación del HIPECOR, una posología mayor que dos veces al día no es necesaria. Nota: Antes del inicio de la terapia con HIPECOR, los agentes antiarrítmicos previos deben ser interrumpidos bajo cuidadosa monitorización, durante un periodo mínimo de 2 a 4 veces por día, si las condiciones clínicas del paciente lo permiten. Después de la discontinuidad de la amiodarona, no debe iniciarse la administración de HIPECOR hasta que el intervalo QTC sea menor que 450 mseg (ver Advertencias). El tratamiento fue iniciado en algunos pacientes recibiendo lidocaína intravenosa sin efecto perjudicial. Angina de pecho/Postinfarto del miocardio: Se recomienda que en el inicio del tratamiento en pacientes con cardiomiopatía o insuficiencia cardíaca congestiva sea realizado en un ambiente hospitalario. Dosis inicial - 160mg por día en dosis única o dividido en dos veces. Después de la 1a semana de tratamiento, la dosis inicial podrá ser aumentada, si es necesario, en hasta 80mg por semana. La rapidez por el cual la dosis es aumentada, depende de la tolerancia del paciente, en particular, medida por el grado de bradicardia inducida y respuesta clínica. Debido a su período de vida relativamente largo, HIPECOR es eficaz en la mayoría de los pacientes cuando es administrado una vez al día. Rango de Dosificación - 160-320mg/diarios. Cuando se usa en combinación con otros agentes antihipertensivos, HIPECOR puede ser administrado en dosis incrementadas mientras se reduce la dosis de los otros agentes antihipertensivos. Cuando las drogas antihipertensivas son completamente reemplazadas por HIPECOR, estas dosis se reducen gradualmente mientras se inicia la terapia con HIPECOR y se incrementa gradualmente su dosis. Posología en Pacientes con Disfunción Renal: Debido a que el HIPECOR es excretado predominantemente en la orina y su período de vida de eliminación final es prolongado en la disfunción renal, la dosificación de HIPECOR debe ser reducida cuando la creatinina sérica es mayor que 120mmol/l de acuerdo con la siguiente tabla:
A continuación, la tabla de dosificación para pacientes con disfunción renal basada en los resultados de "eliminación" de creatinina. Cuando la dosis recomendada por la creatinina sérica sea diferente de la dosis recomendada por la "eliminación" de creatinina administrar la dosis de acuerdo con el "eliminación" de creatinina".
Hipecor debe ser evitado o usado con cautela en pacientes con función renal severamente disminuida (Eliminación de creatinina < 10 ml/min).
Contraindicaciones.
HIPECOR es contraindicado en pacientes con: Asma bronquial o enfermedad obstructiva crónica de las vías aéreas. Hipersensibilidad previa al HIPECOR. Choque cardiogénico. Anestesia que produzca depresión del miocardio. Bradicardia sinusal sintomática. Síndrome de la enfermedad del nódulo sinusal, bloqueo atrioventricular de segundo y tercer grado, a menos que esté usando un marcapaso funcionante. Insuficiencia cardíaca congestiva no controlada. Insuficiencia renal. Síndrome del QT largo congénito o adquirido.
Reacciones adversas.
HIPECOR es bien tolerado en la mayoría de los pacientes, con los eventos adversos más frecuentes originados de sus propiedades betabloqueantes. Los eventos adversos son generalmente transitorios y raramente necesitan de interrupción o retirada del tratamiento. Estos eventos incluyen disnea, fatiga, mareos, cefalea, fiebre, bradicardia excesiva y/o hipotensión. Cuando ocurran, estos efectos adversos generalmente desaparecen cuando la dosis es reducida. Los efectos adversos más significativos, sin embargo, son aquellos debido a la proarritmia incluyendo "torsades de pointes". Uso en arritmias: En los estudios clínicos, 3256 pacientes con arritmias cardíacas (1363 con taquicardia ventricular sostenida) recibieron HIPECOR oral, de los cuales 2451 recibieron la droga por lo menos durante dos semanas. Los eventos adversos más significativos fueron "torsades de pointes" y otras nuevas arritmias ventriculares graves (ver Advertencias), las cuales ocurrieron en los siguientes índices:
De forma general, la discontinuidad en razón de eventos adversos intolerables fue necesaria en 18% de todos los pacientes en los estudios de arritmia cardíaca. Los eventos adversos más comunes que llevaron a una discontinuidad del HIPECOR fueron: fátiga 4%, bradicardia ( < 50 bpm) 3%, proarritmia 2%, astenia 2% y mareos 2%. Los eventos adversos son considerados relacionados a la terapia, ocurriendo en 1% o más de los pacientes tratados con HIPECOR. Cardiovascular: bradicardia, disnea, dolor en el pecho, palpitaciones, edema, anormalidades en el electrocardiograma, hipotensión, proarritmia, síncope, insuficiencia cardíaca, presíncope. Dermatológico: erupción cutánea. Gastrointestinal: náuseas/vómitos, diarrea, dispepsia, dolor abdominal, flatulencia. Músculo esquelético: calambres. Nervioso/psiquiátrico: fatiga, mareo, astenia, delirio, cefalea, disturbios del sueño, depresión, parestesia, alteraciones del humor, ansiedad. Urogenital: disfunción sexual. Sentidos especiales: disturbios visuales, anormalidades en el paladar, disturbios auditivos. Orgánicos generales: fiebre. Interacción Droga/Exámenes de Laboratorio: La presencia de sotalol en la orina puede resultar en niveles falso-positivos elevados de metanefrina cuando son medidos por métodos fotométricos. Los pacientes con sospecha de feocromocitoma y que son tratados con sotalol, deben tener su orina analizada a través de cromatografía líquida de alto rendimiento con extracción de la fase sólida. Embarazo - categoría B: Aunque no exista estudios adecuados y bien controlados en el embarazo, HIPECOR demostró que atraviesa la placenta y es encontrado en el líquido amniótico. Por lo tanto, HIPECOR solamente debe ser usado durante el embarazo si el beneficio potencial es mayor que el riesgo potencial. Lactantes: HIPECOR es excretado en la leche de animales de laboratorios y fue relatada su presencia en la leche humana. Debido al potencial de reacciones adversas de HIPECOR en lactantes, debe tomarse la decisión de interrumpir el amamantamiento o discontinuar la droga, llevándose en cuenta la importancia de la droga para la madre. Uso pediátrico: La seguridad y la eficacia del HIPECOR en niños menores de 18 años no está establecidas por lo que no se recomienda su uso en población pediátrica.
Precauciones.
Anestesia: Se recomienda cuidado con el uso de agentes bloqueadores del receptor beta-adrenérgico incluyendo HIPECOR en pacientes sometidos a cirugía y en asociación con anestésicos que causen depóresin del miocardio, tales como, ciclopropano y tricloroetileno. Diabetes: En pacientes con diabetes (especialmente diabetes inestable) o con historia de episodios de hipoglucemia espontánea, HIPECOR debe ser administrado con cautela, una vez que el betabloqueante puede ocultar algunas señales importantes de hipoglucemia aguda, como por ejemplo taquicardia. Tirotoxicosis: Los betabloqueantes pueden ocultar ciertas señales clínicas (ej., taquicardia) de hipertiroidismo. Pacientes con sospecha de desarrollo de Tirotoxicosis deben ser tratados cuidadosamente para evitar retirar repentinamente el betabloqueante, el cual puede dar como consecuencia un agravamiento de los síntomas de hipertiroidismo, incluyendo crisis tirotóxica. Comprometimiento hepático: Una vez que el HIPECOR no esta sujeto al metabolismo de primer pasaje, los pacientes con comprometimiento hepático no demostraron alteración en el eliminación de HIPECOR. Comprometimiento renal: HIPECOR es eliminado principalmente por vía renal a través de la filtración glomerular y en menor grado por la secreción tubular. Existe una relación directa entre la función renal, medida por la creatinina sérica o por el eliminación de creatinina y la media vida de eliminación del HIPECOR y su excreción urinaria. En el ítem Dosificación es presentada una guía para dosificación en condiciones de comprometimiento renal. Psoriasis: Aunque raramente, las drogas betabloqueantes se han relacionado con el aumento de los síntomas de psoriasis vulgar.
Advertencias.
Proarritmia: El efecto adverso más peligroso de las drogas atiarrítmicas es el agravamiento de las arritmias preexistentes o la inducción de nuevas arritmias. Las drogas que prolongan el intervalo QT pueden causar "torsades de pointes", una taquicardia ventricular polimórfica asociada con la prolongación del intervalo QT. La experiencia hasta el momento, indica que el riesgo de "torsades de pointes" está asociado con la prolongación del intervalo QT, reducción de la frecuencia cardíaca, reducción de potasio y magnesio sérico (por ej., como consecuencia del uso de diurético); altas concentraciones de droga en el plasma (por ej. como consecuencia de la sobredosificación o insuficiencia renal) y con el uso concomitante de sotalol y otras medicaciones, tales como, antidepresivos y antiarrítmicos de clase I los cuales fueron asociados con "torsades de pointes". Las mujeres parece que tienen mayor riesgo de desarrollar "torsades de pointes". La monitorización del electrocardiograma rápidamente antes o después del episodio, revela por lo general intervalos QT y QTc prolongados. En los estudios clínicos, por lo general HIPECOR, no ha sido iniciado en pacientes cuyo intervalo QTc del pretratamiento haya excedido 450 mseg. HIPECOR debe ser titulado con mucha cautela en pacientes con intervalos QT prolongado. El "torsades de pointes" es dependiente de la dosis y en general ocurre en forma precoz, después del inicio de la terapia o en el escalonamiento de la dosis y termina en forma espontánea en la mayoría de los pacientes. Aunque la mayoría de los episodios de "torsades de pointes" sean autolimitados o asociados con síntomas (p. ex. síncope) ellos pueden progresar para fibrilación ventricular. Durante los estudios cínicos, 4,3% de los 3257 pacientes con arritmias, tuvieron un nuevo episodio o agravamiento de arritmia ventricular, incluyendo taquicardia ventricular sostenida (aproximadamente 1%) y "torsades de pointes" (2,4%). Además de esto, en aproximadamente 1% de los pacientes, las muertes fueron consideradas posiblemente relacionadas a la droga. En pacientes con otras arritmias ventriculares y supraventriculares menos serias, la incidencia de "torsades de pointes" fue 1% y 1,4%, respectivamente. Proarritmias graves incluyendo "torsades de pointes" estaban relacionadas con la dosis como se indica abajo:
Otros factores de riesgo para "torsades de pointes" fueron la prolongación excesiva del intervalo QTc y la historia de cardiomegalia o insuficiencia cardíaca congestiva (ICC). Los pacientes con taquicardia ventricular sostenida e historia de ICC tuvieron un riesgo más alto de proarritmia grave (aproximadamente 7%). Eventos proarrítmicos deben ser esperados no solamente en el inicio de la terapia, como también en cada ajuste progresivo de dosis; los eventos tienden a ocurrir dentro de los 7 días desde el inicio de la terapia o con un aumento de la dosis. La terapia inicial con 80mg dos veces al día con aumento gradual en consecuencia de la titulación de la dosis, reduce el riesgo de proarritmia (ver Dosificación). HIPECOR debe ser usado con cautela, caso el intervalo QTc sea mayor que 500mseg en la terapia y se debe considerar seriamente óla reduccin de la dosis o discontinuidad de la terapia cuando el intervalo QT excede los 550 mseg. Entretanto, debido a los múltiples factores de riesgo asociados con el "torsade de pointes", se debe mantener cautela con relación al intervalo QTc. Retirada repentina: Se observa hipersensibilidad a las catecolaminas en los pacientes donde ocurrió la retirada de la terapia con betabloqueantes. Casos ocasionales de agravamiento de angina de pecho, arritmias y en algunos casos, infarto del miocardio fueran relatados después de la discontinuidad repentina de la terapia con betabloqueantes. Por lo tanto, se recomienda que los pacientes en uso continuo de HIPECOR deben ser cuidadosamente monitorizados respecto a la interrupción, se recomienda que los pacientes en isquemia cardiaca. Si es posible, la dosificación debe ser gradualmente reducida en un periodo de una a dos semanas. Debido a que la enfermedad arterial coronaria es común y puede que sea en pacientes que están recibiendo HIPECOR, la interrupción repentina en pacientes con arritmias puede dejar perceptible la insuficiencia coronaria latente. Insuficiencia cardíaca congestiva: El betabloqueante puede llevar a la depresión de la contractilidad del miocardio y precipitar una insuficiencia cardíaca más severa. Se recomienda cuidado al iniciar la terapia en paciente con disfunción ventricular izquierda controlada por la terapia (p. ej., inhibidor de la ECA, diuréticos, digitálicos, etc.). Es conveniente una baja dosis en el inicio y una cuidadosa titulación de dosis. Infarto del miocardio reciente: En pacientes postinfarto con función ventricular izquierda comprometida, se debe considerar el riesgo y el beneficio de la administración de sotalol. Una cuidadosa monitorización y titulación de dosis son importantes durante el inicio y en y el acompañamiento de la terapia. Los eventos adeversos de estudios clínicos envolviendo drogas antiarrítmicas (es decir, aumento aparente en la mortalidad) sugieren que sotalol debe ser evitado en pacientes con fracción de eyección del ventrículo izquierdo < 40% sin arritmias ventriculares serias. En un extenso estudio controlado en pacientes con infarto do miocardio reciente, sin insuficiencia cardíaca, que no tuvieron necesariamente arritmias ventriculares, el tratamiento con clorhidrato de sotalol oral fue asociado con una reducción estadísticamente no significativa del riesgo en la mortalidad comparado al grupo placebo (18%). En este estudio post-infarto usando una dosis fija de 320mg una vez al día y en un segundo estudio randomizado, pequeño, en pacientes de alto riesgo post-infartados con fracciones de eyección del ventrículo izquierdo < 40% tratados con altas dosis (640mg/día), hubo indicios de un exceso de muertes precoces repentinas. Disturbios electrolíticos: HIPECOR no debe ser usado en pacientes con hipocalemia o ipomagnesemia, antes de corregir el desequilibrio; estas condiciones pueden agravar el grado de prolongación del intervalo QT y aumentar el potencial para "torsades de pointes". Se debe prestar atención especial para el balance de electrólitos y del ácido básico en pacientes con diarrea severa y/o prolongada o en pacientes recibiendo concomitantemente drogas depletoras de magnesio y/o potasio. Alteraciones electrocardiográficas: La prolongación excesiva del intervalo QT mayor que 550 mseg puede ser una señal de toxicidad, por lo tanto debe evitarse. Bradicardia sinusal (latido cardiaco menor que 50 latidos por minuto) ocurrió con una frecuencia de 13% en pacientes arrtmicos recibiendo HIPECOR en los ensayos clínicos. La bradicardia por si sola aumenta el riesgo de "torsedades de pointes". Pausa, parada y disfunción del nódulo sinusal ocurre en menos de 1% de los pacientes. La incidencia de bloqueo atrioventricular de 2° o 3° grado es de aproximadamente 1%. Anafilaxia: Los pacientes con historia de reacción anafiláctica para una variedad de alergenos pueden tener una reacción más severa con administraciones repetidas mientras recibe los betabloqueantes. Tales pacientes pueden no responder a las dosis usuales de epinefrina usadas para el tratamiento de reacciones alérgicas.
Interacciones.
Antiarrítmicos: Drogas antiarrítmicas de la clase I, tales como disopiramida, quinidina y procainamida y otras drogas de la clase III (ej. amiodarona) no son recomendadas como terapia concomitante con HIPECOR, debido a su potencial de prolongar la refractariedad (ver Advertencias). El uso concomitante de otros agentes betabloqueantes con HIPECOR puede resultar en efectos aditivos clase II. Diuréticos depletores de potasio: hipocalemia o hipomagnesemia pueden ocurrir, aumentando el potencial de "torsades de pointes" (ver Advertencias, disturbios electrolíticos). Drogas que prolongan el intervalo QT: HIPECOR debe ser administrado con extrema cautela juntamente con otras drogas conocidas por prolongar el intervalo QT tales como los agentes antiarrítmicos de la clase I, fenotiazinas, antidepresivos tricíclicos, terfenadina astemizola y ciertos antibióticos quinolónicos (ver Advertencias). Digoxina: dosis únicas o múltiples de HIPECOR no afectan significativamente los niveles séricos de la digoxina. Eventos proarrítmicos fueron más comunes en los pacientes tratados con sotalol y también recibiendo digoxina; sin embargo, esto puede estar relacionado a la presencia de insuficiencia cardíaca congestiva, un conocido factor de riesgo de la proarritmia, en el paciente recibiendo digoxina. Drogas bloqueantes de los canales de calcio: La administración concomitante de agentes betabloqueantes y bloqueadores de canales de calcio resultó en hipotensión, bradicardia, disturbios de conducción e insuficiencia cardíaca. Los betabloqueantes deben evitarse en asociación con bloqueadores de los canales de calcio cardiodepresores tales como verapamil y diltiazem debido a los efectos aditivos en la conducción atrio-ventricular y en la función ventricular. Agentes depletores de catecolaminas: El uso concomitante de drogas depletoras de atecolaminas, tales como reserpina y guanitidina, con un betabloqueante puede producir una reducción excesiva del tonus nervioso simpático en reposo. Pacientes deben ser estrictamente monitorizados con relación a evidencias de hipotensión y/o bradicardia acentuada, los cuales pueden producir síncope. Insulina e hipoglucemiantes orales: Puede ocurrir hiperglucemia y la dosificación de la droga antidiabética puede necesitar de ajuste. Los síntomas de hipoglucemia pueden ser enmascarados por el HIPECOR. Estimulantes del receptor beta-2: Los beta-agonistas tales como salbutamol, terbutalina e isoprenalina pueden necesitar de dosificaciones aumentadas cuando son usados concomitantemente con HIPECOR (ver Contraindicaciones). Clonidina: Las drogas betabloqueantes pueden potencializar la hipertensión rebote, algunas veces observada después de la discontinuidad de la clonidina; por lo tanto, el betabloqueante debe suspenderse lentamente varios días antes de la retirada gradual de la clonidina.
Conservación.
La conservación del medicamento debe ser a temperatura no mayor a 30°C.
Sobredosificación.
La sobredosificación accidental o intencional con HIPECOR raramente resultó en muerte. La hemodiálisis resulta en una gran reducción de los niveles plasmáticos de HIPECOR. Síntomas y Tratamiento de la Sobredosificación: Las señales más comunes esperadas son la bradicardia, insuficiencia cardíaca congestiva, hipotensión, broncoespasmo e hipoglucemia. En casos de gran sobredosificación intencional (2 a 16 gramas) de HIPECOR se observa los siguientes relatos clínicos: Hipotensión, bradicardia, prolongación del intervalo QT, complejos ventriculares prematuros, taquicardia ventricular, "torsades de pointes". Si ocurre, la terapia con HIPECOR debe ser interrumpida y el paciente rigurosamente observado. Además de esto, si es necesario, se sugieren las siguientes medidas terapéuticas: Bradicardia - Atropina, otra droga anticolinérgica, un agonista beta-adrenérgico o marcapaso endocárdico. Bloqueo de la conducción atrioventricular (segundo o tercer grado) - marcapaso cardíaco endocárdico. Hipotensión - Puede ser útil la epinefrina antes que el isoproterenol o norepinefrina, dependiendo de los factores asociados. Broncoespasmo - Aminofilina o estimulante de receptor beta-2 en forma de aerosol Torsades de Pointes - Cardioversión DC, marcapaso endocárdico, epinefrina y/o sulfato de magnesio.
Presentación.
Envase que contiene 20 comprimidos.