SOLU-CORTEF®
PFIZER
Corticoterapia.
Composición.
SOLU-CORTEF® es un polvo liofilizado de color blanco para administración intravenosa e intramuscular. Cada frasco ampolla contiene succinato sódico de hidrocortisona equivalente a 100 mg o 500 mg de Hidrocortisona. Excipientes: SOLU-CORTEF® Liofilizado para Solución Inyectable 100 mg. Fosfato disódico seco, Fosfato monosódico monohidrato, c.s. SOLU-CORTEF® Liofilizado para Solución Inyectable 500 mg: Fosfato de sodio seco, Bifosfato de sodio anhidro, Hidróxido de sodio, c.s.
Indicaciones.
Terapia de reemplazo de insuficiencia adrenocortical crónica, algunas formas de síndrome de hiperplasia adrenal congénita y como agente antiinflamatorio. Corticoterapia de isquemia indicada en la insuficiencia adrenocortical aguda, estados de shock a raíz de una hemorragia, traumas o endotoxinas, reacciones agudas de hipersensibilidad de tipo anafilácticas, sola o con vasopresores. Cuando no es factible el uso del tratamiento oral y la concentración, forma de dosificación y ruta de administración del fármaco sugiere razonablemente que la preparación puede utilizarse para el tratamiento de la condición, SOLU-CORTEF®-Polvo estéril está indicada para el uso intravenoso o intramuscular en las siguientes condiciones: Estados alérgicos: Control de condiciones alérgicas severas o incapacitantes refractarias a ensayos adecuados de tratamiento convencional en: asma, dermatitis atópica, dermatitis de contacto, reacciones de hipersensibilidad a fármacos, rinitis alérgica estacional o perenne, enfermedad del suero, reacciones de transfusión, edema agudo de laringe no infeccioso (epinefrina es la droga de primera elección). Enfermedades dermatológicas: Dermatitis bullosa herpetiforme, eritrodermia exfoliativa, micosis fungoides, pénfigo, eritema multiforme grave (Síndrome de Stevens-Johnson), dermatitis seborreica grave, soriasis severa, dermatitis exfoliativa. Trastornos Endocrinos: Insuficiencia adrenocortical primaria o secundaria (hidrocortisona o cortisona es el fármaco de elección; los análogos sintéticos pueden usarse en conjunto con mineralocorticoides cuando corresponda; en la niñez, suplementar con mineralocorticoides es de especial importancia), hiperplasia adrenal congénita, hipercalcemia asociada con cáncer, tiroiditis no supurativa. Insuficiencia adrenocortical aguda (hidrocortisona o cortisona es el fármaco de elección; suplementar con mineralocorticoides puede ser necesario, especialmente cuando se utilizan análogos sintéticos). Enfermedades gastrointestinales: Para ayudar al paciente en un período crítico de la enfermedad en enteritis regional (tratamiento sistémico) y colitis ulcerosa. Trastornos Hematológicos: Anemia hemolítica adquirida (autoinmune), anemia hipoplásica congénita (eritroide) (anemia Diamond-Blackfan), púrpura trombocitopénica idiopática en adultos (sólo administración IV; administración IM está contraindicada), aplasia pura de glóbulos rojos, casos seleccionados de trombocitopenia secundaria, eritroblastopenia (anemia RBC). Misceláneos: Triquinosis con compromiso neurológico o miocárdico, meningitis tuberculosa con bloqueo subaracnoídeo o bloqueo inminente cuando es usado conjuntamente con quimioterapia antituberculosa adecuada. Enfermedades neoplásicas: Para el manejo paliativo de leucemias y linfomas. Leucemia aguda en la infancia. Sistema Nervioso: Exacerbaciones agudas de esclerosis múltiple. Enfermedades oculares: Oftalmia simpática, uveitis y enfermedades inflamatorias oculares que no responden a los corticosteroides tópicos, herpes zóster oftálmico, iritis, iridociclitis, corioretinitis, neuritis óptica, inflamación del segmento anterior, conjuntivitis alérgica, úlceras alérgicas corneal marginal, queratitis. Enfermedades Renales: Para inducir la diuresis o remisión de proteinuria debida a síndrome nefrótico idiopático o a Lupus eritematoso. Enfermedades respiratorias: Beriliosis, tuberculosis pulmonar fulminante o diseminada cuando se usa concomitantemente con quimioterapia antituberculosa apropiada, neumonía eosinofílica idiopática, sarcoidosis sintomática, síndrome de Loeffler no manejable por otros medios, neumonitis por aspiración. Desórdenes Reumáticos: Como terapia adjunta para administración a corto plazo (para ayudar al paciente en un episodio agudo o exacerbación) en: Osteoartritis postraumática, sinovitis de osteoartritis, bursitis aguda y subaguda, epicondilitis, tenosinovitis aguda no específica, artritis gotosa aguda, carditis reumática aguda, espondilitis anquilosante, artritis psoriática, artritis reumatoide, incluyendo artritis reumatoide juvenil (en casos seleccionados se puede requerir de tratamiento de mantención con dosis baja). Para el tratamiento de dermatomiositis, arteritis temporal, polimiositis y lupus eritematoso sistémico. Enfermedades del colágeno: Durante una exacerbación o como tratamiento de mantención en casos selectivos de lupus eritematoso sistémico, dermatomiositis sistémica (polimiositis), carditis reumática aguda. Estados edematosos: Para inducir diuresis o remisión de proteinuria en el síndrome nefrótico, sin uremia, del tipo idiopático o debido a lupus eritematoso.
Dosificación.
Debido a posibles incompatibilidades físicas, SOLU-CORTEF® no debería ser diluido o mezclado con otras soluciones. Los medicamentos parenterales deberían ser inspeccionados visualmente para detectar partículas y decoloración antes de su administración, siempre que la solución y el envase lo permitan. Esta preparación puede ser administrada por inyección intravenosa, por infusión intravenosa, o por inyección intramuscular, siendo la inyección intravenosa el método preferido para el uso inicial de emergencia. Después del período inicial de urgencia, se debe considerar el empleo de una preparación inyectable de acción más prolongada o una preparación oral. El tratamiento se inicia administrando SOLU-CORTEF® Polvo Estéril por vía intravenosa por un período de 30 segundos (por ej. 100 mg) a 10 minutos (ej. 500 mg o más). En general, el tratamiento con dosis altas de corticoide sólo debe continuarse hasta que la condición del paciente se ha estabilizado, generalmente no más allá de 48 a 72 horas. Cuando la terapia con hidrocortisona en dosis alta debe continuarse más allá de 48-72 horas, puede ocurrir hipernatremia. Bajo tales circunstancias puede ser deseable sustituir SOLU-CORTEF® por un corticoide tal como el succinato sódico de metilprednisolona o dexametasona fosfato sódico que causa poca o ninguna retención de sodio. La dosis inicial del polvo estéril de SOLU-CORTEF® es 100 mg a 500 mg, dependiendo de la severidad de la condición. Sin embargo, en algunas situaciones abrumadoras, situaciones graves, peligrosas para la vida, la administración en dosis superiores a las dosis usuales puede estar justificada y puede ser en múltiplos de la dosis oral. Esta dosis se puede repetir a intervalos de 2, 4 o 6 horas según lo indicado por la respuesta y la condición clínica del paciente. Cabe destacar que los requerimientos de dosis son variables y deben ser individualizados sobre la base de la enfermedad bajo tratamiento y la respuesta del paciente. Después de que una respuesta favorable es observada, la dosificación de mantenimiento apropiada debería ser determinada por disminución de la dosificación inicial de medicamento en pequeñas disminuciones en intervalos de tiempo apropiado, hasta que la dosificación más baja que mantiene una respuesta clínica adecuada sea alcanzada. Las situaciones que pueden hacer necesario los ajustes de dosificación son cambios en el estado clínico secundario a remisiones o exacerbaciones en el proceso de la enfermedad, la respuesta individual del paciente al medicamento, y el efecto de la exposición del paciente a situaciones estresantes que no están directamente relacionadas con la enfermedad bajo tratamiento. En esta última situación puede ser necesario aumentar la dosis de corticosteroides durante un período de tiempo consistente con la condición del paciente. Si después de la terapia a largo plazo, el medicamento debe ser suspendido, se recomienda que sea retirado más bien gradualmente que bruscamente. En el tratamiento de las exacerbaciones agudas de esclerosis múltiple, se recomienda una dosis diaria de 800mg de hidrocortisona durante una semana seguida de 320mg cada dos días durante un mes. En pacientes pediátricos, la dosis inicial de hidrocortisona puede variar dependiendo de la entidad específica de la enfermedad que padece. El rango de dosis inicial es de 0,56 a 8mg/Kg./día entre tres o cuatro dosis divididas (20 a 240mg/m2bsa/día). Estas relaciones de dosis se aplican sólo a la administración oral o intravenosa de estos componentes. Cuando estas sustancias o sus derivados son administrados por vía intramuscular o en espacios comunes, sus propiedades relativas pueden ser alteradas enormemente. A pesar que la dosis se puede reducir para los infantes y los niños, ésta está más influenciada por la severidad de la condición y la respuesta del paciente que por la edad o el peso corporal pero no debe ser superior a 25 mg diarios. La dosis recomendada en niños en base al peso corporal del niño son: Insuficiencia adrenocortical; intramuscular o intravenoso 0,19 a 0,28 mg/Kg de peso corporal o 10 a12 mg/m2 de superficie corporal, dividido en 3 dosis.
Contraindicaciones.
Infecciones fúngicas sistémicas. Hipersensibilidad conocida al medicamento o a cualquier componente de la formulación. Está contraindicada la administración de vacunas con virus vivos o vacunas con virus vivos atenuados en pacientes que reciben dosis inmunosupresoras de corticosteroides.
Reacciones adversas.
NOTA: las siguientes reacciones son habituales para todos los corticoides sistémicos. Su inclusión en esta lista no necesariamente indica que se haya observado el evento específico con esta formulación en particular.
Advertencias.
En pacientes bajo tratamiento con corticosteroides sujetos a estrés inusual, está indicado un aumento de dosis o corticosteroides de acción rápida antes, durante o después de la situación de estrés. Los corticosteroides pueden enmascarar algunos signos de infección y, durante su uso, pueden producirse nuevas infecciones. Cuando se usan corticosteroides, es posible que haya menor resistencia y que sea imposible localizar la infección. Las infecciones con cualquier patógeno, ya sea viral, bacteriano, fúngico, protozoario o helmíntico, en cualquier parte del cuerpo, pueden estar asociadas con el consumo de corticosteroides solos o en combinación con otros agentes inmunosupresores que afectan la inmunidad celular, la inmunidad humoral o la función neutrófila. Estas infecciones pueden ser leves, pero también graves y, en ocasiones, mortales. Con dosis altas de corticoides, aumenta el índice de aparición de complicaciones infecciosas. El uso de succinato sódico de hidrocortisona en tuberculosis activa debe ser restringido para casos de tuberculosis diseminada o fulminante, en las que se aplican corticosteroides para el tratamiento de la enfermedad en conjunto con un régimen antituberculoso apropiado. Si se indican corticosteroides en pacientes con tuberculosis latente o reactividad tuberculina, es necesario el monitoreo cercano ya que puede presentarse una reactivación de la enfermedad. Durante un tratamiento prolongado con corticoides, estos pacientes deberían recibir quimioprofilaxis. Está contraindicada la administración de vacunas vivas o vivas atenuadas en pacientes que reciben dosis inmunosupresoras de corticoides. Pueden inyectarse vacunas muertas o inactivadas en pacientes que reciben dosis inmunosupresoras de corticoides; sin embargo, la respuesta a dichas vacunas puede ser menor. Los procedimientos de inmunización indicados pueden ser efectuados en aquellos pacientes que estén recibiendo dosis de corticosteroides no inmunosupresoras. La hidrocortisona puede producir aumentos en la presión arterial, retención de sal y agua e incrementos en la excreción de potasio. Puede ser necesaria una restricción de sal y un suplemento de potasio en la dieta. Todos los corticosteroides aumentan la excreción de calcio. Debido a que se han producido pocos casos de reacciones anafiláctoides (p. ej., broncoespasmos) en pacientes bajo tratamiento con corticoides parenterales, se deben tomar las medidas de precaución necesarias antes de la administración, especialmente cuando el paciente tiene antecedentes de alergia a algún medicamento. Aunque no se hayan realizado estudios recientes con hidrocortisona u otros corticosteroides, estudios de succinato sódico de metilprednisolona en shock séptico sugieren que pueden producirse aumentos de mortalidad en algunos subgrupos de pacientes de mayor riesgo (p. ej., creatinina elevada superior a 2,0 mg% o con infecciones secundarias). Puede que la hidrocortisona tenga un efecto mayor en pacientes con enfermedades hepáticas, debido a que el metabolismo y la eliminación de hidrocortisona es significativamente inferior en estos pacientes. Es posible que se anule el crecimiento en niños que reciben tratamientos prolongados con dosis diarias divididas de glucocorticoides. Se debe restringir el uso de ese régimen a las indicaciones más graves. Los corticosteroides deben utilizarse con precaución en pacientes con herpes ocular simple por temor de una perforación corneal. Pueden producirse alteraciones psíquicas cuando se administran corticosteroides, desde euforia, insomnio, variaciones anímicas, cambios de personalidad y depresión grave hasta manifestaciones psicóticas severas. Además, cualquier inestabilidad emocional o tendencia psicótica existente puede verse agravada por la administración de corticosteroides. Los esteroides deben administrarse con precaución en colitis ulcerativa no específica si existe probabilidad de una perforación inminente, abscesos u otra infección piogénica, diverticulitis, anastomosis intestinal, úlcera péptica activa o latente, insuficiencia renal, hipertensión, osteoporosis y miastenia gravis. Se ha descrito miopatía aguda con el uso de altas dosis de corticosteroides, que generalmente se produce en pacientes con trastornos de la transmisión neuromuscular (p.ej., miastenia gravis) o en pacientes que reciben tratamiento concomitante con medicamentos bloqueadores neuromusculares (p.ej., pancuronio). Esta miopatía aguda generalizada, puede involucrar músculos oculares y respiratorios, y puede dar como resultado una cuadriparesia. Pueden ocurrir elevaciones de la creatina kinasa. La mejora o la recuperación clínica después de suspender los corticosteroides puede durar semanas o años. Se ha informado que el sarcoma de Kaposi se produce en pacientes bajo tratamiento con corticosteroides. La interrupción del tratamiento con corticosteroides puede dar como resultado una remisión clínica. Crisis de feocromocitoma, potencialmente mortales, han sido informadas después de la administración sistémica de corticoesteroides. Los corticoesteroides sólo debiesen ser administrados en pacientes con feocromocitoma sospechado o identificado luego de una adecuada evaluación del riesgo/beneficio. La terapia con corticosteroides ha sido asociada con coriorretinopatía serosa central, que puede ocasionar el desprendimiento de la retina. Ha habido reportes de lipomatosis epidural en pacientes tomando corticosteroides, especialmente en tratamientos prolongados con dosis altas. Fertilidad, embarazo y lactancia: Algunos estudios en animales han demostrado que, cuando la madre recibe corticosteroides en dosis elevadas, se pueden producir malformaciones fetales. No se han realizado estudios reproductivos adecuados con corticosteroides en humanos. Por lo tanto, el uso de este medicamento en mujeres embarazadas, en etapa de lactancia o en edad fértil requiere una minuciosa evaluación de los beneficios del medicamento en comparación con los posibles riesgos, tanto para la madre como para el embrión o el feto. Debido a la ausencia de evidencia adecuada de seguridad durante el embarazo, este medicamento debe utilizarse en mujeres embarazadas sólo si es realmente necesario. Los corticosteroides cruzan fácilmente la placenta. Los bebés nacidos de mujeres que han recibido dosis sustanciales de corticosteroides durante el embarazo deberían permanecer bajo minuciosa observación y evaluación en busca de signos de insuficiencia adrenal. Los corticosteroides no tienen efectos conocidos en el parto. Los corticosteroides se excretan en la leche materna. No existe evidencia de que los corticosteroides sean carcinogénicos, mutagénicos o que provoquen infertilidad.
Interacciones.
Los medicamentos que inducen enzimas hepáticas como fenobarbital, fenitoína y rifampicina pueden incrementar el metabolismo de los corticosteroides y eso puede requerir un aumento de dosis para lograr la respuesta deseada. Los medicamentos como troleandomicina y ketoconazol pueden inhibir el metabolismo de los corticosteroides y, por consecuencia, disminuir su depuración. Por lo tanto, la dosis de corticosteroides debe estar ajustada para evitar la toxicidad por esteroides. Los corticosteroides pueden aumentar el clearence de dosis altas de aspirina. Esto puede llevar a una disminución en los niveles de salicilato en suero o un aumento en el riesgo de toxicidad con salicilatos al suspender el tratamiento con corticosteroides. La aspirina se debe administrar con precaución en combinación con corticosteroides en pacientes que sufren hipoprotrombinemia. El efecto de los corticosteroides sobre los anticoagulantes orales es variable. Existen informes de respuesta mayor y menor de anticoagulantes cuando se administran en combinación con corticosteroides. Por lo tanto, se deben controlar los parámetros de la coagulación para mantener el efecto anticoagulante deseado.
Sobredosificación.
No existe síndrome clínico de sobredosis aguda con succinato sódico de hidrocortisona. La hidrocortisona es dializable.
Presentación.
SOLU-CORTEF Liofilizado para solución inyectable de 100 mg x 1 frasco ampolla. SOLU-CORTEF Liofilizado para solución inyectable de 500 mg x 1 frasco ampolla.