Carbón activado
Acción terapéutica.
Adsorbente.
Propiedades.
Las sustancias adsorbentes, como el carbón activado, poseen la propiedad de unir sustancias a su superficie por lo que fijan toxinas bacterianas irritantes, gases y actúan también como protectoras de las mucosas. El carbón activado es obtenido por calentamiento en ausencia de oxígeno de sustancias orgánicas (por lo general madera) sometidas luego a un proceso -a alta temperatura con vapor de agua- para acrecentar su poder adsorbente por aumento de su superficie. Por otra parte, el carbón activado adsorbe diversas sustancias tóxicas o venenos en el tracto intestinal -cloruro mercúrico, estricnina, morfina, aspirina, barbitúricos-, lo que lo hace muy útil en el tratamiento de las intoxicaciones agudas.
Indicaciones.
Diarrea, flatulencia, intoxicaciones agudas.
Dosificación.
Diarrea por toxinas: 5g cada 4 o 6 horas. Flatulencia: 2,5g cada 6 horas. Intoxicación aguda: se prepara una suspensión acuosa colocando varias cucharaditas (20%) en un vaso con agua hasta formar un preparado espeso, el que puede ingerirse hasta las 3 horas posteriores a la ingestión del tóxico. Como el veneno sólo es adsorbido por el carbón, luego debe provocarse el vómito o realizar un lavado gástrico según la gravedad de la intoxicación; si ésta fuera leve puede indicarse un purgante salino luego del carbón activado.
Reacciones adversas.
Constipación, heces oscuras o negras.
Precauciones y advertencias.
Cuando se usa el carbón activado para el tratamiento de la flatulencia o de la diarrea por toxinas no se debe administrar juntamente con otros fármacos, ya que existe el riesgo de que el carbón adsorba el medicamento e impida su absorción intestinal.
Interacciones.
Potencialmente puede adsorber la mayoría de los fármacos e impedir su absorción.
Contraindicaciones.
En caso de tratamiento de intoxicaciones agudas nunca debe indicarse el medicamento a un paciente en coma o con depresión marcada del sensorio, por riesgo de aspiración.