Celiprolol
Acción terapéutica.
Antihipertensivo. Antianginoso.
Propiedades.
Actúa como un antagonista selectivo de los receptores beta1-adrenérgicos (cardioselectivo) con acción simpaticomimética intrínseca (actividad betaagonista). Además, posee una marcada acción vasodilatadora, debida probablemente a su efecto de agonista parcial a nivel de los receptores beta2-adrenérgicos. A las dosis terapéuticas utilizadas, no induce depresión miocárdica, no posee efecto broncoconstrictor ni tiene actividad anestésica local. Celiprolol no altera significativamente el perfil lipídico en plasma; tiende a disminuir el colesterol plasmático, los triglicéridos, los niveles de LDL-colesterol y aumenta los niveles sanguíneos de HDL-colesterol. No modifica los niveles plasmáticos de insulina y glucosa en pacientes insulinodependientes y no dependientes. Luego de su administración por vía oral, es absorbido rápidamente pero en forma incompleta; la ingesta de alimentos empeora la absorción de esta sustancia. Por su característica hidrofílica, celiprolol no atraviesa la barrera hematoencefálica. Su unión a proteínas plasmáticas es de aproximadamente 25-30%. El metabolismo es muy bajo, casi el 95% de la dosis se elimina como sustancia sin modificar por vía renal y por heces. Los parámetros farmacocinéticos no se modifican en pacientes ancianos. Su excreción urinaria disminuye en los pacientes con insuficiencia renal moderada y severa. La biodisponibilidad y la vida media de eliminación no se encuentran alteradas en pacientes con cirrosis hepática.
Indicaciones.
Tratamiento de la hipertensión y angor pectoris.
Dosificación.
Adultos: vía oral, 200mg una vez al día. Administrar preferentemente por la mañana, 30 minutos antes o 2 horas después de las comidas. Dosis máxima: 600mg por día. En caso de discontinuar el tratamiento, la dosis debe reducirse gradualmente por un período de 1 a 2 semanas. En pacientes hipertensos, es posible un tratamiento adicional con otro antihipertensivo (diuréticos).
Reacciones adversas.
Las principales reacciones adversas incluyen astenia, mareos, pesadillas, trastornos del sueño, enfermedad de Raynaud, rash psoriasiforme, excepcionalmente síndrome lúpico reversible, temblor, parestesia, xeroftalmía, depresión, disminución de la libido, vómitos, diarrea, aumento de transaminasas, hipoglucemia-hiperglucemia, bradicardia, palpitaciones, hipotensión, extremidades frías, falla cardíaca, arritmia, broncospasmo, impotencia, cefalea y rubor. Muy raramente se ha reportado neumonitis intersticial.
Precauciones y advertencias.
No administrar a niños, ya que la seguridad y eficacia no ha sido establecida. Puesto que la farmacocinética de celiprolol en ancianos no es significativamente diferente de los adultos, no es necesario realizar ajustes de la dosificación. Sin embargo, en esta población se debe realizar monitoreo estrecho, pues las funciones renal y hepática pueden estar disminuidas. Celiprolol puede ser administrado a pacientes con función renal reducida en grado leve a moderada; en los pacientes con aclaramiento de creatinina menor a 40ml/minuto, se recomienda monitorear la frecuencia cardíaca y disminuir las dosis de celiprolol en caso de bradicardia ( < 50-55 latidos por minuto en reposo). No es necesario el ajuste de dosis en pacientes con insuficiencia hepática. En pacientes con insuficiencia coronaria, el tratamiento con celiprolol no debe ser interrumpido abruptamente, ya que puede ocasionar la aparición de ataques de angina de frecuencia o severidad aumentada o deterioro de la función miocárdica. En caso de aparición de síntomas de descompensación cardíaca en pacientes con insuficiencia cardíaca, se recomienda discontinuar el tratamiento. Administrar con precaución en pacientes con bloqueo cardíaco de primer grado. Tener en cuenta que celiprolol, al igual que otros betabloqueantes, puede aumentar el número y duración de los ataques de angina en pacientes con angina de Prinzmetal. Debido a su actividad vasodilatadora, puede ser usado en pacientes con trastornos circulatorios periféricos (enfermedad o síndrome de Raynaud, claudicación intermitente). Puede ser usado con precaución en pacientes asmáticos fuera de episodio agudo y en pacientes con EPOC. En caso de anestesia general, debe informarse al médico anestesista que el paciente se encuentra en tratamiento con celiprolol. Si se decide suspender celiprolol antes de la cirugía, se debe dejar un período de 48 horas entre la última dosis y la anestesia. En el caso que se continúe con celiprolol, se debe tener especial cuidado al usar anestésicos como éter, ciclopropano o tricloroetileno. En pacientes con feocromocitoma, se recomienda efectuar controles de presión frecuentes. Puesto que celiprolol, como otros betabloqueadores, puede enmascarar síntomas de hipoglucemia, se recomienda administrar con precaución a pacientes diabéticos. Celiprolol puede aumentar tanto la sensibilidad hacia alérgenos como la seriedad de las reacciones anafilácticas inducidas por otras sustancias. Celiprolol puede inducir reacciones positivas en pruebas de detección de sustancias; los pacientes deben ser advertidos de esta posibilidad. Como su seguridad en el embarazo humano no ha sido establecida, se recomienda no administrar, salvo que no exista otra alternativa más segura. En los recién nacidos de madres tratadas, la actividad betabloqueadora persiste por varios días después del nacimiento. Además han sido reportados, bradicardia, distrés respiratorio e hipoglucemia. Celiprolol es excretado en la leche humana, por lo que no se recomienda la lactancia durante el tratamiento.
Interacciones.
El verapamilo y celiprolol disminuyen la conducción auriculoventricular (AV) y deprimen la contractibilidad miocárdica a través de mecanismos diferentes, por lo que se recomienda no administrar concomitantemente. En caso de ser necesaria esta asociación, los signos clínicos y electrocardiográficos deben ser cuidadosamente controlados durante el tratamiento, particularmente al inicio del mismo. En caso de shock o hipotensión ocasionado por alergia a la floctafenina, celiprolol puede dificultar la compensación farmacológica de estos síntomas. No se recomienda la coadministración de celiprolol con inhibidores de la monoaminooxidasa (IMAO), excepto con los IMAO tipo beta. Administrar con precaución junto con antiarrítmicos clase I, tales como disopiramida, quinidina, debido al riesgo de trastornos en ritmo y conducción cardíaca. Puesto que los antagonistas del calcio (diltiazem, bepridil) producen depresión de la contractibilidad miocárdica y enlentecen la conducción AV, se recomienda administrar con precaución en asociación con celiprolol. La administración conjunta con insulina puede aumentar los efectos hipoglucemiantes. Administrar con precaución. El bloqueo betaadrenérgico inducido por celiprolol puede prevenir la aparición de signos de hipoglucemia, como taquicardia. En pacientes diabéticos tratados con hipoglucemiantes orales (sulfonilureas), la eficacia del tratamiento puede estar aumentada y pueden requerirse ajustes de dosis de la sustancia. Celiprolol debe ser utilizado con precaución cuando se coadministra con amiodarona, ya que aumenta el riesgo de aparición de bradicardia, bloqueo A-V y depresión miocárdica. Administrar con precaución junto con fármacos anestésicos, ya que aumenta el riesgo de hipotensión y atenúa el reflejo taquicárdico. La administración conjunta con mefloquina aumenta el riesgo de bradicardia. Administrar con precaución. Debido a un mayor riesgo de hipotensión, se recomienda administrar con precaución juntamente con los siguientes fármacos: dihidropiridina, derivados como nifedipina, sustancias inhibidoras de la prostaglandina-sintetasa, antidepresivos tricíclicos y fenotiazinas, IECA, antagonistas de la receptores de angiotensina II, ansiolíticos, hipnóticos, levodopa, metildopa, nitratos, nitroprusiato, minoxidil, baclofeno.
Contraindicaciones.
Crisis asmática, falla miocárdica, shock cardiogénico, bradiarritmias, bloqueos AV de 2° y 3° grado, enfermedad del nodo sinusal (incluyendo bloqueo sino-atrial), bradicardia grave (45-50 latidos por minuto), feocromocitoma no tratado e hipersensibilidad al celiprolol.
Sobredosificación.
Los signos clínicos informados por sobredosis con celiprolol incluyen hipotensión, broncospasmo e insuficiencia cardíaca aguda. Puesto que no hay antídoto específico disponible, el tratamiento debe ser sintomático, de soporte y el paciente debe ser estrechamente vigilado. En caso de bradicardia o hipotensión grave, administrar: atropina, 1 o 2mg IV; glucagón 10mg. En caso de ser necesario, administrar 25mg de isoprenalina por vía intravenosa lenta o dobutamina 2,5 de 10mg/kg/min en perfusión intravenosa. En caso de trastornos de la conducción, se debe considerar el uso de un marcapaso. En caso de descompensación en neonatos de madres tratadas con celiprolol, se recomienda el uso de glucagón, 0,3mg/kg, hospitalización en Unidad de cuidados intensivos e isoprenalina, generalmente con dosis altas.