Ciproterona

Acción terapéutica.

Antiandrógeno. Antineoplásico.

Propiedades.

La ciproterona inhibe las hormonas sexuales masculinas (andrógenos) producidas tanto por varones como por mujeres y además actúa como antigonadotrófico y gestágeno. Su mecanismo de acción es el bloqueo de los receptores androgénicos, lo que impide la acción hormonal sobre los órganos sexuales secundarios. La absorción por vía digestiva luego de su administración por vía oral es rápida y completa. Posee una similitud estructural con el gestágeno hidroxiprogesterona y se metaboliza en el hígado por un mecanismo de oxidación para finalmente eliminarse por el riñón. Una actividad importante es su efecto inhibidor sobre la secreción de gonadotrofinas hipofisarias, hormona foliculoestimulante y luteinizante. Además posee acción progestacional por lo que puede provocar trastornos menstruales incluso amenorrea.

Indicaciones.

En la mujer: síndromes de androgenización. En el hombre: carcinoma prostático. Estados de hipersexualidad.

Dosificación.

Por vía oral: la dosis media inicial es de 50mg cada 12 horas administrados preferentemente después de las comidas. Una vez conseguida la respuesta clínica, se deberá continuar con la menor dosis posible, habitualmente 25mg diarios. La disminución debe ser gradual de 25mg cada 15 o 20 días. En el carcinoma de próstata no operable si se realizó orquiectomía, la dosis aconsejada es 100-200mg por día y en aquellos que no fueron sometidos a castración quirúrgica más de 200-300mg diarios. Existe la sal de acetato que permite su empleo por vía IM en dosis de 300mg administrados una vez por semana. Aunque se haya logrado la mejoría o la remisión, no debe modificarse el esquema posológico que se está empleando y menos interrumpir el tratamiento. Para disminuir el aumento inicial de los andrógenos durante la terapéutica con agonistas LH-RH se aconseja inicialmente administrar 200mg/día de ciproterona durante 5-7 días junto al agonista LH-RH durante 3-4 semanas. En mujeres: 10mg una vez por día del 1° al 15° día del ciclo. Antes de iniciar el tratamiento debe eliminarse la posibilidad de un embarazo tanto en mujeres con ciclos regulares como irregulares. Además para estabilizar los ciclos y proporcionar protección anticonceptiva eficaz, se administran 2mg de ciproterona con 0,035mg de etinilestradiol del día 1 al 21 del ciclo, con lo que se logra inhibir la ovulación. A continuación del día 21 comienza una pausa de 7 días durante la cual se presenta la menstruación por deprivación hormonal. A las cuatro semanas de iniciado el tratamiento y en coincidencia con el mismo día de la semana, se reinicia la toma combinada con el mismo esquema. En pacientes con amenorrea secundaria se iniciará el tratamiento en cualquier momento, pero no antes de que hayan transcurrido por lo menos 8 semanas desde la última menstruación. Una vez conseguida la mejoría clínica, se intentará mantener el efecto terapéutico con ciproterona más etinilestradiol exclusivamente. La dosis de 50mg no debe ser administrada a embarazadas. Tanto en las pacientes con ciclos regulares como irregulares, se indicarán dos comprimidos diarios del primero al décimo día del ciclo (10 días). Además para estabilizar el ciclo y proporcionar la necesidad anticonceptiva, se administran 2mg de ciproterona y 0,035mg de etinilestradiol del 1 al 21 día del ciclo. Después de 21 días de tratamiento se intercala una pausa terapéutica de 7 días durante la cual se presenta una hemorragia por deprivación similar a la menstrual. En caso de que no se presentara la hemorragia por deprivación en la semana de descanso terapéutico, debe excluirse la existencia de un embarazo. A las 4 semanas de iniciado el tratamiento y en coincidencia con el mismo día de la semana, se reanuda la toma según el mismo esquema combinado, independientemente de que la hemorragia haya cesado o todavía persista. Conseguida la mejoría clínica puede reducirse la dosis diaria a 1 o ½ comprimido durante 10 días; adicionalmente se seguirá administrando 2mg de ciproterona y 0,035mg de etinilestradiol diarios durante 21 días. Pacientes con amenorrea secundaria: iniciarán el tratamiento cuando el médico lo señale, no antes de que hayan transcurrido por lo menos 8 semanas desde la última menstruación. Mujeres posmenopáusicas o histerectomizadas: pueden ser tratadas con ciproterona como medicación única. Según la gravedad de los trastornos, la dosis será de 1 o ½ comprimido diaria, siguiendo el esquema 21 días de tratamiento y 7 días de descanso. En niños de ambos sexos: pubertad precoz idiopática, comprimidos 50mg. La dosificación se fija de acuerdo con la gravedad del caso y la superficie corporal, oscilando en general entre ½ y 1 comprimido 2 veces por día y 1 comprimido 3 veces por día (50-150mg/m2/día), que se tomarán luego de las comidas.

Efectos secundarios.

En el hombre: puede observarse una reducción paulatina de la capacidad de fecundación durante las primeras semanas de tratamiento; ginecomastia, dolor o hipersensibilidad mamaria, efectos que desaparecen al suprimir el tratamiento. En mujeres: tensión mamaria. En cualquier paciente: adinamia, cansancio, estados depresivos, variaciones del peso, modificaciones de la libido. En algunos pacientes puede presentarse disnea pasajera. Las dosis elevadas pueden reducir la función corticoadrenal.

Precauciones y advertencias.

Debe tenerse en cuenta la posibilidad de cansancio o adinamia en pacientes que conducen maquinarias peligrosas. El alcohol puede disminuir la acción moderadora de la ciproterona sobre el impulso sexual. Se recomienda no administrarlo antes de la pubertad (excepto en la pubertad precoz idiopática), ya que podría producir alteraciones sobre el crecimiento longitudinal esquelético o el sistema endocrino no estabilizado. En niños con pubertad precoz idiopática que reciben altas dosis la posible disminución de la función suprarrenal puede hacer necesario el tratamiento de sustitución ante estados particulares. Durante el tratamiento se recomienda controlar las funciones hepática, adrenal y hemática. En pacientes diabéticos puede modificar los requerimientos de antidiabéticos orales o insulina. Muy raramente pueden ocurrir anomalías hepáticas que, en casos muy aislados, pueden provocar hemorragia en la cavidad abdominal. Por ello hay que informar al médico cuando se presenten trastornos epigástricos no habituales o que no desaparecen solos en poco tiempo, ya que puede ser necesario suspender la medicación. En las mujeres, antes del tratamiento debe efectuarse un examen ginecológico (incluso mamas) y descartar la posibilidad de embarazo. Realizar controles periódicos (cada 8, 15, 30 y 90 días) del funcionalismo hepático.

Contraindicaciones.

Síndromes de Rotor o de Dubin-Johnson. Tumores hepáticos, enfermedades consuntivas o caquécticas. Herpes gravídico, síndromes depresivos graves, patologías tromboembólicas, anemia de células falciformes, diabetes graves con angiopatías. La lactancia y el embarazo son contraindicaciones relativas si la relación riesgo-beneficio lo aconsejara.

Principios activos que interaccionan con Ciproterona