Feniramina
Sinónimos.
Profenpiridamina. Profeniramina.
Acción terapéutica.
Antihistamínico.
Propiedades.
Es un antagonista H1 que pertenece a los derivados propilamínicos (triprolidina) y que se emplea como clorfeniramina, bromfeniramina y dexclorfeniramina; como todos ellos, actúa por competición con la histamina por los receptores H1 de las células efectoras; con lo que evita las respuestas mediadas por la histamina. Las acciones muscarínicas de la feniramina proporcionan un efecto secante sobre la mucosa nasal. La feniramina se absorbe bien en el tracto gastrointestinal después de la administración oral y su metabolismo es principalmente hepático. El uso de este medicamento por períodos prolongados puede provocar tolerancia o disminución de su eficacia terapéutica. Esto puede deberse a la inducción de enzimas que se traduce en un aumento del metabolismo de la feniramina en el nivel hepático.
Indicaciones.
Síndromes alérgicos. Alergia rinosinusal. Rinitis alérgica. Asociado con descongestivos: en la congestión nasal, estornudos y rinorrea. Asociado a antitusivos: tratamiento de la tos.
Dosificación.
La dosis habitual oscila entre 0,5 y 8mg.
Reacciones adversas.
Dolor de garganta, fiebre, hemorragias o hematomas no habituales, cansancio o debilidad no habitual, opresión en el pecho, somnolencia, espesamiento de las secreciones bronquiales.
Precauciones y advertencias.
Los pacientes con intolerancia a otros antihistamínicos pueden serlo a la feniramina. No se han realizado estudios en animales ni en seres humanos sobre el efecto carcinogénico o mutagénico de la feniramina. No se recomienda el uso de este medicamento en las madres en lactación ya que se excreta en pequeñas cantidades en la leche materna y puede producir irritabilidad o excitación no habitual en los lactantes, asimismo esta droga, por su acción antimuscarínica, puede inhibir la secreción de leche. Los pacientes geriátricos bajo tratamiento con esta droga son más propensos a padecer mareos, sedación, hipotensión, hiperexcitabilidad y efectos secundarios antimuscarínicos, como sequedad de boca y retención urinaria. El uso prolongado de feniramina puede inhibir o disminuir la secreción salival y contribuir así al desarrollo de caries, enfermedad periodontal, candidiasis oral y malestar.
Interacciones.
Alcohol, depresores del sistema nervioso central, amantadina, otros antihistamínicos, antimuscarínicos y otros medicamentos con acción antimuscarínica, haloperidol, fenotiazinas, procainamida, ipratropio, medicamentos ototóxicos.
Contraindicaciones.
Intolerancia o hipersensibilidad a los antihistamínicos. La relación riesgo-beneficio debe ser evaluada en los siguientes casos clínicos: asma, obstrucción de cuello de la vejiga o retención urinaria. Niños menores de 6 años.
Sobredosificación.
Los signos de sobredosis incluyen: torpeza o inestabilidad, sequedad de boca, nariz o garganta severa, sofoco o enrojecimiento de la cara, sensación de falta de aire o dificultad para respirar, somnolencia severa, alucinaciones, crisis convulsivas, problemas para dormir, dolor de cabeza persistente, latidos cardíacos lentos o rápidos no habituales. Debido a que no existe un antídoto específico para el tratamiento de la sobredosis, éste es sintomático y de mantenimiento e incluye inducción del vómito, lavado gástrico con una solución isotónica de cloruro de sodio si el paciente es incapaz de vomitar en un plazo de tres horas después de la ingestión, uso de catárticos salinos como la leche de magnesia, vasopresores para el tratamiento de la hipotensión, oxígeno y líquidos intravenosos.