Insulina
Acción terapéutica.
Hipoglucemiante.
Propiedades.
La insulina es un factor hormonal que controla el almacenamiento y metabolismo de los hidratos de carbono, las proteínas y las grasas. Esta actividad se produce fundamentalmente en el hígado, músculo y tejidos adiposos después de la unión de las moléculas de insulina con los receptores de las membranas plasmáticas celulares. Aunque todavía no se han explorado los mecanismos de las acciones moleculares en la zona celular, se sabe que las características del transporte de la membrana celular, el crecimiento celular, la activación e inhibición enzimática y las alteraciones en el metabolismo de proteínas y grasas están influidos por la insulina.
Indicaciones.
Tratamiento de la diabetes mellitus dependiente de insulina o como suplemento de la producción fisiológica de insulina endógena en pacientes con diabetes mellitus no dependiente de insulina. También puede agregarse a soluciones de hiperalimentación para facilitar la utilización de glucosa en pacientes con poca tolerancia a ella.
Dosificación.
La dosificación y administración de insulina pueden variar con amplitud, por lo que el médico deberá determinar la forma individual para cada paciente. La insulina regular inyectable en la concentración de 40 a 100 unidades es el único tipo de insulina adecuado para la administración IV. Si la insulina regular se mezcla con insulina cinc puede no tener los efectos clínicos deseables, como también puede perder sus características individuales al mezclarse con insulina isofana (NPH); en cambio, todas las insulinas cinc pueden mezclarse sin que pierdan sus características individuales. La administración de insulina debe disminuir cuando la concentración de glucosa en plasma alcance los 250mg/dl. No se recomienda una dosis IV única elevada de la insulina regular debido a la corta vida media de la insulina en sangre. INSULINA REGULAR/INSULINA CINC CRISTALIZADA. INSULINA HUMANA. Dosis para adultos en la hiperglucemia diabética: por vía subcutánea, según dosis estipulada por el médico, 15 a 30 minutos antes de las comidas hasta 3 o 4 veces al día. Cetoacidosis diabética: por vía IV 0,1 unidad por kg/hora en infusión continua. INSULINA ISOFANA (NPH), INSULINA HUMANA ISOFANA: dosis para adultos: por vía subcutánea, una vez al día, 30 a 60 minutos antes del desayuno. Puede ser necesaria una dosis adicional 30 minutos antes de una comida o al acostarse. INSULINA CINC (INSULINA LENTA), INSULINA CINC HUMANA: dosis para adultos: vía subcutánea una vez al día 30 a 60 minutos antes del desayuno. INSULINA CINC CRISTALINA (INSULINA ULTRALENTA): dosis para adultos: por vía subcutánea 30 o 60 minutos antes del desayuno. INSULINA CINC AMORFA (INSULINA SEMILENTA): dosis usual para adultos: vía subcutánea 30 a 60 minutos antes del desayuno. INSULINA CINC PROTAMINA (INSULINA PZ) por vía subcutánea: 30 a 60 minutos antes del desayuno. En todos los casos cada dosis la fijará el médico tratante, como en los niños la establecerá en función del tamaño del paciente.
Reacciones adversas.
Es importante que el paciente conozca los síntomas de hiperglucemia, cetosis y cetoacidosis (somnolencia, sequedad de boca, poliuria, anorexia, náuseas o vómitos, sed, taquipnea) y los de hipoglucemia (ansiedad, visión borrosa, escalofríos, sudor frío, confusión, cefaleas, nerviosismo, taquicardia, cansancio o debilidad no habituales).
Precauciones y advertencias.
Los pacientes que no toleran las insulinas bovinas o porcinas pueden emplear la insulina humana. Las necesidades de insulina están aumentadas en las diabéticas embarazadas durante el 2° y 3er trimestre. Es importante, durante el tratamiento, el monitoreo del paciente en lo siguiente: determinaciones del peso corporal; determinaciones séricas de glucosa, cetonas, potasio; medidas del pH sérico, pruebas de glucosa y cetonas en orina. Se hará énfasis en el cumplimiento de un plan de comidas para el diabético.
Interacciones.
Potencian la posibilidad de hiperglucemia, por lo que es necesario ajustar la dosificación de insulina en los siguientes fármacos: corticoides, anfetaminas, diuréticos tiazídicos, estrógenos, furosemida, fenitoína, hormonas tiroideas, ACTH, danazol. Pueden potenciar el efecto hipoglucemiante de la insulina: dosis elevadas de salicilatos, inhibidores de la MAO, andrógenos, alcohol, guanetidina, hipoglucemiantes orales, analgésicos antiinflamatorios no esteroides. Los bloqueantes betaadrenérgicos pueden aumentar el riesgo de hipoglucemias o hiperglucemias. La respuesta hipoglucemiante puede disminuir por el uso simultáneo de inhibidores de la anhidrasa carbónica.
Contraindicaciones.
La relación riesgo-beneficio deberá evaluarse en las siguientes situaciones clínicas: fiebre alta, hipertiroidismo, infecciones severas, cetoacidosis diabética, hipotiroidismo, diarrea debida a malabsorción. Disfunción hepática o renal.