Levomepromazina
Sinónimos.
Levoprazina. Mepromazina. Metotrimeprazina.
Acción terapéutica.
Neuroléptico. Antipsicótico.
Propiedades.
Es un antipsicótico que pertenece a las fenotiazinas alifáticas como la clorpromazina. Químicamente es la metotrimeprazina que se emplea solamente como isómero levógiro llamado levomepromazina. Como los otros neurolépticos su mecanismo de acción se realiza bloqueando los receptores postsinápticos dopaminérgicos mesolímbicos cerebrales. Posee una potencia farmacológica menor (⅓) que la clorpromazina, y como ella desarrolla efectos sedantes, potenciador de analgésicos (neuroleptoanalgesia). En cuadros psicóticos y en la esquizofrenia la levomepromazina es activa en los casos agudos con excitación y agitación. Su administración por vía oral asegura una buena absorción y biodisponibilidad del fármaco. Sufre biotransformación metabólica hepática y se elimina especialmente por la orina y bilis.
Indicaciones.
Psicopatías agudas o crónicas. Esquizofrenias crónicas. Síndromes de excitación psicomotora. Psicosis, alucinaciones.
Dosificación.
En psicopatías leves o moderadas la dosis media aconsejada es de 6-12mg/día; en tanto que en pacientes graves con psicopatías rebeldes, refractarias, recidivantes que cursan con gran agitación y excitación se emplearán 50-150mg/día o más según el criterio del médico. En neuroleptoanalgesia asociado a otros fármacos (opiáceos, butirofenonas), se emplea por vía parenteral (IM) en dosis de 100 a 500mg/día.
Efectos secundarios.
Se han señalado sequedad de boca, astenia, somnolencia, agitación, insomnios, cefaleas, disquinesias precoces y tardías, fotosensibilidad, depresión del SNC, hiperprolactinemia, extrapiramidalismo, visión borrosa, mareos, congestión nasal, hipotensión arterial, ictericia obstructiva, disuria, amenorrea, galactorrea. Existe intolerancia cruzada con los otros neurolépticos fenotiazínicos (clorpromazina).
Precauciones y advertencias.
En tratamientos prolongados deberán realizarse controles periódicos de la función medular, hepática, renal y oftálmica. En sujetos parkinsonianos, epilépticos, cardíacos, se deberá monitorear cuidadosamente el tratamiento. No se debe exponer a los pacientes a la radiación solar o ultravioleta. En casos de hipertemia es imperativo suspender el tratamiento para evaluar la posibilidad de que se trate del síndrome neuroléptico maligno. Su administración durante el embarazo y la lactancia deberá ser evaluado de acuerdo al cociente beneficio/riesgo.
Interacciones.
Anticolinérgicos y antihistamínicos H1 potencian sus efectos. Drogas mielodepresoras: provocan potenciación de la leucopenia y trombocitopenia. Anestésicos generales: los pacientes que recibieron el neuroléptico por períodos prolongados habitualmente requieren menores dosis del anestésico general. Aminas disputadoras: pueden reducir la eficacia del neuroléptico y éste a su vez el efecto estimulante de las anfetaminas. Pueden afectarse los efectos de los fármacos anticonvulsivantes (fenitoínas) al reducir el umbral para las crisis convulsivas. Las respuestas antiparkinsonianas de la levodopa pueden ser afectadas al bloquear los receptores cerebrales dopaminérgicos. También el empleo concomitante de antidepresivos tricíclicos, antitiroideos, betabloqueantes adrenérgicos, anticolinérgicos, alcohol, antiparkinsonianos, antihipertensivos, pueden generar interacciones medicamentosas.
Contraindicaciones.
Pacientes debilitados, caquécticos, añosos. Pacientes comatosos especialmente aquellos que reciban fármacos neurodepresores. Sujetos con antecedentes de medulodepresión, glaucoma, hipertrofia prostática, taquicardia. Enfermedad de Parkinson. Insuficiencia hepática, cardiopatía isquémica, patologías convulsivantes (epilepsia).