Loperamida
Acción terapéutica.
Antidiarreico.
Propiedades.
Es un derivado sintético de la piperidina. Reduce la motilidad intestinal por efecto directo sobre las terminaciones nerviosas o los ganglios intramurales. Puede ejercer su acción antidiarreica no sólo mediante el retraso del tránsito intestinal y el aumento del tiempo de contacto, sino también por inhibición directa de la secreción de líquidos y electrólitos o la estimulación de absorción de sal y de agua. No se absorbe bien en el tracto gastrointestinal; su unión a las proteínas es elevada (97%) y se elimina por vía fecal/renal.
Indicaciones.
Diarrea aguda no específica y diarrea crónica asociada con enfermedad intestinal inflamatoria.
Dosificación.
Diarrea aguda: adultos: 4mg, seguidos de 2mg después de cada defecación no bien conformada; niños de 2 a 5 años: 1mg 3 veces al día; de 5 a 8 años: 2mg dos veces al día; de 8 a 12 años: 2mg tres veces al día. Diarrea crónica: adultos: dosis inicial 4mg; dosis de mantenimiento 4mg a 8mg al día en varias tomas, según necesidades; dosis máxima 16mg/día.
Reacciones adversas.
Distensión abdominal, constipación, somnolencia, anorexia, náuseas, vómitos, fiebre, mareos, rash cutáneo (reacción alérgica).
Precauciones y advertencias.
En los pacientes con colitis ulcerosa se debe suspender de inmediato el tratamiento con loperamida, ante la aparición de distensión abdominal u otros síntomas que pudieren indicar megacolon tóxico inminente. En la diarrea aguda se debe suspender el tratamiento con loperamida después de 48 horas si no se produce mejoría, y en la diarrea crónica si no se produce con al menos 10 días de tratamiento con la dosis máxima. En lactantes y niños menores de 3 años se recomienda tener precaución debido al riesgo de pérdida de líquidos y electrólitos, lo mismo que en los ancianos.
Interacciones.
El uso simultáneo de loperamida con un analgésico opiáceo puede aumentar el riesgo de constipación severa.
Contraindicaciones.
Colitis severa, diarrea asociada con colitis seudomembranosa resultante del tratamiento con antibióticos de espectro amplio. La relación riesgo-beneficio debe evaluarse en cuadros de deshidratación, diarrea producida por organismos infecciosos o disfunción hepática.