Sodio citrato
Acción terapéutica.
Antiurolitiásico (cálculos de ácido úrico, cistina). Alcalinizante sistémico, alcalinizante urinario, buffer.
Propiedades.
Su efecto en el tratamiento de la litiasis de ácido úrico y cistina y en la alcalinización urinaria se debe a que se metaboliza a bicarbonato, con lo que aumenta su excreción sin producir alcalosis sistémica. El aumento de pH de la orina incrementa la solubilidad de la cistina en ella y la ionización del ácido úrico a ion urato, más soluble. Su acción como alcalinizante sistémico se debe al aumento de bicarbonato plasmático, que al neutralizar el exceso de iones hidrógeno y elevar el pH de la sangre invierte las manifestaciones clínicas de la acidosis. De igual forma actúa para neutralizar las cantidades existentes de ácido clorhídrico gástrico. El citrato de sodio se metaboliza a bicarbonato en el organismo y se elimina por vía renal.
Indicaciones.
Tratamiento y profilaxis de la litiasis renal de cistina y ácido úrico. Tratamiento de acidosis en alteraciones tubulares renales. Profilaxis de la neumonitis por aspiración de ácidos.
Dosificación.
Dosis habitual para el adulto. Antiurolitiásico o alcalinizante urinario o sistémico: oral, inicialmente 1 a 3g (10 a 30mEq) cuatro veces al día después de las comidas y antes de acostarse, diluidos en 30 a 90ml de agua. Buffer: oral, 1,5g (15mEq) al día. Dosis límite para el adulto: 15g (150mEq) al día. Dosis pediátrica habitual. Alcalinizante sistémico oral: inicialmente 500mg a 1,5g (5 a 15mEq) cuatro veces al día, después de las comidas y a la hora de acostarse, diluidos en 30 a 90ml de agua.
Reacciones adversas.
Mareos, taquicardia, palpitaciones, hipertensión arterial, irritabilidad, contracción muscular, inquietud, crisis convulsivas, edemas periféricos, debilidad (hipernatremia), mal sabor en la boca, cambios en el estado de ánimo o mental, mialgias, respiración lenta.
Precauciones y advertencias.
No se han realizado estudios en seres humanos ni en animales sobre los posibles efectos en el embarazo.
Interacciones.
Anfetaminas, efedrina o seudoefedrina, quinidina, antiácidos, especialmente el carbonato cálcico o el bicarbonato de sodio, antimuscarínicos (atropina y compuestos relacionados), medicamentos que contienen calcio o sodio, leche u otros productos lácteos excepto la manteca, glucósidos digitálicos, leche de bajo contenido de sal, sustitutos de la sal, laxantes, levodopa, litio, metenamina, salicilatos.
Contraindicaciones.
No debe utilizarse en presencia de insuficiencia cardíaca, lesión miocárdica severa, disfunción renal severa con uremia u oliguria o insuficiencia renal, cuando la tasa de filtración glomerular es menor de 0,7ml/kg/min, edema periférico o pulmonar, hipertensión, toxemia gravídica.
Sobredosificación.
El tratamiento para la hipernatremia consiste en suprimir los alimentos y medicamentos que contengan sodio. Si la hipernatremia es aguda, administrar solución salina hipertónica o isotónica por vía intravenosa para mantener el volumen de líquido; la infusión lenta evita la caída brusca de la osmolaridad sérica.